A lgo se está cociendo en Zaragoza. ¿Se acuerdan de Bob Woodward y Carl Bernstein, los dos reporteros de The Washington Post que destaparon el caso Watergate? Bueno, pues QMZ, Quién Manda en Zaragoza, sigue esta estela.

Se trata de un proyecto denominado El Quiosco. Mapas del poder en Zaragoza que se enmarca dentro del programa de acciones culturales y sociales de un grupo de investigación constituido, a iniciativa del colectivo A Zofra, para determinar y divulgar «quién manda en Zaragoza».

La propuesta está en la estela de Quién Manda, de la Fundación Ciudadana Civio: un proyecto de periodismo de datos cuyo objetivo es mostrar los vínculos entre políticos y empresarios; determinar, en definitiva, quiénes son las personas más influyentes y las relaciones que hay entre ellas.

Este proyecto, me comenta su coordinadora, Julia Montilla, se mueve entre dos hipótesis: por un lado, la existencia de una red de poder en la ciudad, que viene de generaciones, y que usa las instituciones públicas para perpetuarse y ampliar su poder económico; por otro, se entiende que estas instituciones públicas están, en muchos casos, al servicio de los intereses privados de esta red. Bajo la filosofía general de «lo que es bueno para los negocios es bueno para la ciudad» se esconde una suerte de «desvío de fondos públicos» hacia esta red de poder, sin importar las consecuencias en la calidad de los servicios prestados a la ciudadanía.

En Zaragoza se habla de «las 50 familias» pero poca gente les pone nombres. El poder y sus relaciones se manifiestan en los vínculos entre los sectores de la construcción, el sistema financiero, la sanidad privada, los dirigentes políticos o los técnicos institucionales.

Y, como viene siendo habitual en esta connivencia del periodismo con la política, los grandes medios de comunicación son el mecanismo mediante el que procuran socializar las ideas de estos lobis.

Pues en ello está trabajando QMZ. Con el fin de visualizar quien detenta el poder en Zaragoza se instalará un quiosco de prensa en la plaza de San Felipe la primera quincena de diciembre, donde se difundirán gratuitamente materiales gráficos elaborados por artistas, activistas e investigadores.

Estos documentos siguen la pauta editorial de formatos conocidos: publicaciones periódicas (prensa, revistas del corazón o semanarios), mapas y guías urbanos, carteles publicitarios o fanzines.

Este Quiosco quiere simbolizar, comenta Montilla, el desembarco en las calles de la información del poder.

«El uso de este artefacto de distribución nos permitirá mostrar cómo los media hegemónicos enmascaran la información y construyen opinión. La reactivación de este popular elemento urbano se propone como punto de intercambio destinado a la construcción de vecindad».

El quiosco como un nexo y lugar de convergencia entre los ciudadanos que estimule y aliente el cambio y la transformación social. Pues eso, en Zaragoza, en estos días además del rastro de flores del manto de la Virgen del Pilar, también se sigue el «rastro del dinero» con o sin la ayuda de «garganta profunda». H