El que fuera secretario general del PSOE Alfredo Pérez Rubalcaba asumió ayer en Zaragoza que el partido está atravesando «una situación muy difícil». La abstención en el Congreso de los Diputados que ha facilitado un segundo Gobierno de Mariano Rajoy fue considerada como «un mal menor» ante el riesgo de unas terceras elecciones «que hubieran sido mucho peores».

El también exministro del Interior acudió a Zaragoza para reflexionar sobre los nuevos retos del terrorismo convocado por la Fundación Ernest Lluch. Pero la crisis socialista se impuso en su intervención ante los medios. Reconoció que la posición del defenestrado Pedro Sánchez era muy complicada, pero aún así le recordó que la noche electoral de las segundas elecciones debería haber asumido ante el electorado la imposibilidad de un Gobierno alternativo al del PP. «Aunque es fácil decirlo cuando uno ya no está al frente», reconoció.

Rubalcaba indicó que no vio en directo la entrevista de La Sexta a Sánchez en la que reflexionó sobre su actual situación en el socialismo. «Sabía que iba a pasarlo mal», dijo. Únicamente precisó, que después de haber visto algunos vídeos, algunas cosas «le habían sorprendido». Y recordó que en los últimos ocho meses no habían tenido ningún tipo de contacto, al asumir que su obligación como exresponsable del PSOE únicamente es prestar consejo a las personas que se lo piden. «No hablé de la abstención con Sánchez», reconoció.

Para afrontar el reto de los últimos meses cree «evidente» que será necesario convocar un congreso, pues la gestora «no se puede eternizar». Sin embargo, reclama que se haga con calma y después de «haber reflexionado» durante el tiempo que sea necesario. «Es muy importante el líder, pero también el proyecto de base, porque en este momento hay que reconstruir muchas cosas», precisó al rechazar la palabra «regeneración» como uno de los retos pendientes para el futuro. «Tengo confianza en el PSOE y en la gestión de Javier Fernández», destacó.

Para Rubalcaba, el socialismo no está viviendo una crisis integral a pesar de que gran parte de los sectores jóvenes se hayan «sentido defraudados» con la gestión de la crisis. «No es una disculpa, pero si seguimos representando los valores y principios de nuestros 137 años de historia, seguiremos teniendo sentido y el partido continuará existiendo», aseguró.

EXPERIENCIA ANTITERRORISTA

La lucha contra el terrorismo internacional era el motivo de su presencia en Aragón. Destacó que España puede aportar mucho en el panorama global por su experiencia en la lucha contra ETA. «Nosotros tenemos una gran capacidad de coordinación, una Policía muy preparada y jueces y fiscales que saben hacer las cosas», recordó.

El segundo de los ponentes, el director general adjunto de la Unión Europea, Francisco Fonseca, pidió avanzar en todos estos procesos para asegurar una respuesta a largo plazo.

Rubalcaba también señaló que la unidad política es uno de los factores fundamentales para abordar la lucha antiterrorista. Siguiendo con el ejemplo español recordó que los acuerdos entre los distintos partidos propician que las reivindicaciones de los violento pierdan «la poca legitimidad que puedan tener». En este sentido evocó la erosión que sufrió una fuerza como Batasuna al ser arrinconada en el espacio político estatal. «La cercanía con la banda terrorista únicamente les llevaba al precipicio social y luego a la cárcel», indicó.

Respecto al proceso de fin de la violencia en España, destacó que la falta de violencia ha permitido mejorar la vida social de grandes sectores de la población aunque precisó que el desarme definitivo de la banda todavía está pendiente. «La disolución inmediata será lo mejor para ellos», afirmó.

También tuvo un recuerdo a las víctimas, especialmente para el asesinado Ernest Lluch. «Las cosas que duelen mucho se olvidan rápido, excepto en el caso de las víctimas», indicó.