Un mechón del cabello del Papa Juan Pablo II, canonizado en abril de 2014, se muestra como reliquia en la iglesia de Mequinenza (Zaragoza), gracias al interés tomado por el párroco de la localidad, el sacerdote de origen polaco Piotr Jupowicz.

Piotr, de 34 años, llegó a Mequinenza hace un año para hacerse cargo de la parroquia, con la idea ya en su cabeza de que en esta iglesia debía ser venerada la reliquia del Papa Karol Wojtyla, que pudo conseguir mientras realizaba sus estudios en el colegio de Santa María dell'Anima de Roma.

En declaraciones a Efe, Jupowicz asegura que mientras profundizaba en sus estudios pudo comprobar que existía la posibilidad de obtener la reliquia de un Papa cuya figura considera esencial para los cristianos y decidió ponerse manos a la obra.

Al tiempo que mantenía los contactos necesarios con la Congregación de Santos de Roma, el joven sacerdote polaco tomó la decisión personal de que la reliquia le acompañaría hasta su primer destino parroquial.

El tiempo y la buena disposición de la Congregación de Santos, que en ningún momento planteó problema alguno a su petición, han hecho posible que el mechón de quien fue uno de los Papas más influyentes en la historia de su tiempo esté en Mequinenza once años después de su fallecimiento.

El mechón está depositado en un pequeño relicario colgado de la pared bajo un cuadro de Juan Pablo II que realza el perfil del altar recuperado de la iglesia del antiguo pueblo que quedó sumergido bajo las aguas del embalse de Ribarroja.

El hecho de que la parroquia de Mequinenza sea la primera de entre todas las de Aragón que cuenta con una reliquia del llamado "Papa polaco" ha motivado la convocatoria de una presentación oficial a los fieles, con una misa que tiene previsto oficiar hoy el arzobispo de Zaragoza, Vicente Jiménez.

Para Piotr, lo verdaderamente "importante" es el valor de la reliquia como un elemento destinado a "incrementar la fe" de los feligreses.

Asegura a este respecto que mientras estudiaba en Roma, valoró la experiencia de otros pueblos en los que la figura de Juan Pablo II era venerada y pensó que la "frescura" de la devoción por este Papa podía ser reverdecida en su primer destino con una reliquia.

Piotr Jupowicz, quien asegura ser español de "corazón", se muestra especialmente satisfecho de que una reliquia de Karol Wojtyla esté en España, país, afirma, por el que este Papa sentía un afecto especial que se reflejó en las diversas visitas que realizó.

En un perfecto español, el párroco de Mequinenza afirma que aunque no le gusta hablar "en nombre de otros", sí que ha podido percibir la "emoción" de sus feligreses cuando se acercan a la reliquia de Juan Pablo II, un Papa, subraya, que tiene su "propia vida" en la memoria de muchas personas.

Jupowicz, que se ordenó sacerdote en Zaragoza, se muestra convencido de que el "amor" del Papa Juan Pablo II por las tierras españolas y, en concreto, por Aragón, a donde viajó en dos ocasiones, es "más que un motivo" para la presencia de la reliquia en Mequinenza.

En cualquier caso, este párroco considera un "honor" disponer de la reliquia en la nueva iglesia de Mequinenza, y que su presencia sea un elemento alentador de la fe.