Representantes de los comités de bioética autonómicos y de España aprobaron ayer en Zaragoza la Declaración sobre Ética y Responsabilidad en la Sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud (SNS). En la misma se destaca como una de las principales conclusiones que la sostenibilidad no se conseguirá solo con una adecuada financiación, aunque este sea un requisito imprescindible, y apuesta por promover «la corresponsabilidad»

de todos los agentes implicados: gestores, ciudadanos, proveedores y medios de comunicación.

Así, considera que las profesiones sanitarias deben asumir la responsabilidad que les corresponde en la sostenibilidad del sistema de salud dado que, en la medida en que toman a diario decisiones con significativas consecuencias sobre la distribución de recursos, se convierten en gestores del sistema.

Y recomienda que se establezcan criterios para la asignación de recursos basados en la equidad y alerta de la tendencia a la medicina defensiva, «que se traduce en un incremento de costes sanitarios que no benefician al paciente y lastran el sistema sanitario», indicaron desde la DGA.

En cuanto a los políticos y gestores, la declaración apunta que es «esencial» potenciar el papel coordinador del consejo interterritorial para «vertebrar el SNS desde el principio de defensa del interés general, con rendición de cuentas y transparencia» y aboga por rechazar las desigualdades injustificadas entre comunidades «que no benefician a nadie y se alejan del interés colectivo».

El documento, rubricado a iniciativa del Comité de Bioética de Aragón, subraya también la necesidad de promover la formación de la ciudadanía y de los pacientes en el uso adecuado de unos recursos «limitados» y llama, en este sentido, a impulsar iniciativas que favorezcan los comportamientos responsables en el consumo de medicamentos prescritos, evitar la realización de pruebas complementarias innecesarias o anular con antelación las citas para consultas que no van a utilizarse. H