El portavoz del Gobierno, Roberto Bermúdez de Castro tuvo que salir ayer en defensa del consejero de Sanidad, Ricardo Oliván, contra el que PSOE, IU y CHA han presentado una proposición no de ley para reprobarlo. "No es justo este linchamiento", lamento, y achacó la reacción de los partidos de la izquierda a la cercanía de las elecciones.

Bermúdez de Castro fue especialmente duro con la portavoz de CHA, Nieves Ibeas, a la que pidió "mesura" en sus declaraciones referidas a Ricardo Oliván. "Se puede decir lo mismo sin faltar al respecto a nadie ni insultar. De otra forma solo demuestra que no tiene ni educación ni vergüenza", dijo. El también consejero de Presidencia criticó que Ibeas ponga en duda la legitimidad del Ejecutivo de Rudi. Se "puede luchar contra un gobierno, que es legítimo, sin faltar al respeto". También rechazó que después de veinte años dedicado a la vida pública, ahora alguien pretenda darle "lecciones de democracia y legitimidad". "Tanto derecho tengo a hablar en las Cortes yo como ella", remarcó.

Bermúdez salía así al paso de las declaraciones de Ibeas que había sido especialmente crítica con Oliván después de que este dudara de la relevancia del debate en torno a las políticas de igualdad. Aunque luego, bien es cierto que matizó sus palabras. Pese a ello, los tres grupos de la izquierda presentaron ayer la proposición no de ley, que se debatirá en el pleno de la próxima semana y con la que se quiere reprobar al consejero de Sanidad.

Los grupos del PSOE, CHA e IU en las Cortes de Aragón pidieron ayer la reprobación de Oliván por el "menosprecio" que, en su opinión, mostró hacia las mujeres en el pleno del Parlamento y le pidieron que rectifique públicamente en ese mismo lugar. Así lo señalaron las diputadas María del Carmen Sánchez (PSOE), Nieves Ibeas (CHA) y Patricia Luquin (IU) en una rueda de prensa en la que se presentó la proposición. De nuevo la más dura fue la portavoz de Chunta que llegó a afirmar que al consejero le importan "un bledo" las políticas de igualdad y que por ello "no tiene vergüenza". Los mismos calificativos los hizo extensivos a Luisa Fernanda Rudi.

A todo esto, el principal interesado, Ricardo Oliván, aseguró ayer que se someterá "a lo que digan las Cortes". El consejero se limitó a decir que si estos grupos entienden que tienen motivos suficientes "están en su derecho" de plantear dicha reprobación, al tiempo que lamentó "si ha ofendido a alguien". De esta forma quería calmar una polémica que le ha cogido desprevenido, por desproporcionada.