Alberto trabaja en el área de seguridad ciudadana desde el 2006, por lo que cuenta con más de diez años de experiencia en temporales de nieve y viento. Su principal tarea es estar al lado de los ciudadanos, sobre todo, en momentos complicados como puede ser una nevada en el Pirineo. «Intentamos garantizar la atención directa y permanente, así como dar una respuesta inmediata», explicó García.

Durante la temporada de invierno, los problemas pueden surgir en cualquier momento, por lo que se intensifica su presencia en las carreteras. «De esta manera facilitamos la asistencia a los vehículos que tengan problemas debido a la nieve acumulada en la vía. Hay veces, que a pesar del buen funcionamiento del personal encargado de la limpieza, el temporal apremia y hay que buscar soluciones», apuntó.

Su presencia en las carreteras en situaciones de nieve es imprescindible para la asistencia de los conductores. «En primer lugar, comunicamos la necesidad de colocar cadenas o sustitutivos como manera de prevención. También nos encargamos del cierre temporal de accesos o vías de comunicación, así como la asitencia en las salidad de la carretera en las que los conductores pueden perder el control de su vehículo o tener otro tipo de accidentes», apuntó.

En este tipo de situaciones, toda ayuda es poca y los pequeños actos son los que marcan la diferencia. «Intentamos hacer cosas que creemos que pueden ser de utilidad para los conductores como ayudarles a palear cuando no pueden salir de su aparcamiento por la acumulación de nieve, aunque no sea nuestro cometido», manifestó.