La Policía Local arrestó ayer de madrugada a un hombre de 53 años, identificado con las iniciales M. G. A. P., no solo por causar un accidente conduciendo aparentemente ebrio, sino por negarse a comprobarlo con el test de alcoholemia. Fue puesto en libertad y citado para juicio rápido, como es habitual en estas actuaciones.

El accidente tuvo lugar a las 5.30 horas a la altura del número 8 de la calle Duquesa Villahermosa, según informó el cuerpo municipal. El conductor colisionó con otro coche aparcado, y cuando los agentes llegaron al lugar le encontraron en evidente estado de embriaguez. Pero rechazó soplar, por lo que le arrestaron por dos delitos contra la Seguridad Vial: conducir bajo la influencia de bebidas alcohólicas y negativa al sometimiento. Su coche fue trasladado al depósito municipal, a disposición judicial.

Pese a que el Código Penal contempla específicamente el delito de negarse a someterse a las pruebas, que de hecho conlleva mayor pena que el conducir ebrio (salvo casos extremadamente graves), los agentes pueden, como en este caso, imputar ambos si consideran el estado evidente.