Sin ningún motivo aparente, un vecino de Casetas que el pasado sábado caminaba por el centro de Zaragoza fue apuñalado en el costado por una mujer, identificada como Esther T. F. La autora consiguió ser detenida en las proximidades, si bien intentó fugarse y deshacerse del arma en los baños de uno de los bares cercanos. La víctima sufrió un corte en el costado, si bien su estado no revistió gravedad.

Esta extraña agresión tuvo lugar a las 14.45 horas en la intersección de las calles Conde Aranda y Coso, lugar muy transitado, especialmente a esas horas próximas al almuerzo. Según fuentes consultadas, la víctima, de 38 años, se encontraba en la acera hablando por el móvil cuando, de forma sorpresiva y sin razón alguna, notó un pinchazo en su costado izquierdo. Tras mirar a los lados vio «como una mujer de aspecto desaliñado y con un carro lleno de bolsas le sobrepasaba». No pudo ver más porque rápidamente fue auxiliado por el resto de personas que ocupaban la acera.

Ante tal tumulto, uno de los testigos decidió seguir a la mujer, de quien sospecharon desde el primer momento que podía ser la autora de esta cuchillada. Fue este hombre, quien, mientras caminaba detrás de ella, llamó a la Policía Nacional para contar lo ocurrido. Les informó que Esther T. F. había entrado en un bar. Allí fue detenida, además de incautada la navaja de 8 centímetros que había empleado en el ataque y que, al parecer, había tratado de desprenderse en el baño.

Esta mujer pasó ayer a disposición del Juzgado de Instrucción número 9 de Zaragoza, en funciones de guardia, que decretó su internamiento psiquiátrico voluntario como autora de un delito de lesiones. Previamente, los forenses del Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA) la examinaron y observaron sus antedecentes mentales. Ella solo declaró que es indigente y que no recordaba nada.