Las localidades ribereñas del Huerva en la provincia de Zaragoza se hallan preocupadas por la drástica disminución de caudal que ha sufrido el río como consecuencia del vaciado del embalse de Las Torcas. El objetivo de esta maniobra, realizada por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) es retener el agua de este pantano en el de Mezalocha.

La organización Huerva Vivo llamó ayer la atención sobre el problema que puede acarrear la situación. «La CHE ha anunciado que a partir del 22 de mayo solo fluirá por el cauce el caudal ecológico más el de la concesión, en total 110 litro por segundo, lo que supone tan poco agua que se pondrá en peligro el ecosistema y afectará a las aves», manifestó María Ángeles Mercader, de la entidad ecologista.

«Existe verdadero miedo a que, con tan poco agua, mueran miles de peces», añadió Mercader, que indicó que en la localidad de Tosos ya se ha notado la disminución de la altura del río. «Ya se vivió una situación idéntica el pasado mes de diciembre», señaló.