La crisis económica, el aumento de la competencia comercial y los cambios en los modelos de compra han perjudicado directamente al comercio de proximidad y, en especial, a los mercados de barrio. En Zaragoza hay 45 que suman 1.695 puestos de los que la mitad (52,5%) están cerrados. La mayoría se encuentran en los distritos tradicionales, porque en los de reciente creación carecen de este servicio.

El Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) quiere revitalizar y recuperar estos de barrio como «espacio de dinamización», según explicó el alcalde, Pedro Santisteve. El primer paso que han dado ha sido analizar cada uno de los mercados que hay en la ciudad, para conocer su estado, el número de puestos disponibles y en uso, su oferta y las características.

Entre las principales conclusiones del censo, se observa que las instalaciones proyectan una imagen «envejecida» ante la falta luminosidad y dinamismo, algo esencial para captar la atención del cliente. La sensación de vejez, acompañada con la proliferación de persianas bajadas y, además, en mal estado, «envuelve el conjunto en un aire de decadencia». Por ello, una de las líneas básicas de actuación que quiere poner en marcha el consistorio consiste en adecuar las instalaciones y convertirlos en lugares atractivos, explicó el concejal de Urbanismo, Pablo Muñoz.

En paralelo, habrá que trabajar en la modernización de la rotulación y la señalética, tanto en el exterior como en el interior, así como en la potenciación de la difusión de la oferta comercial.

NOVEDADES / Muñoz explicó que los detallistas tienen que adaptar sus puestos y ofrecer un valor añadido. Por ejemplo, presentó como elementos básicos la inclusión de la venta online y de la entrega a domicilio así como la necesidad de ofrecer nuevas facilidades de pago. Los propios detallistas destacan la necesidad de contar con zonas de aparcamiento regulado próximas al establecimiento, cargas y descargas o, en cualquier caso, facilidades que permitan a los clientes pasar a recoger los encargos sin el peligro de ser multados por la imposibilidad de encontrar aparcamiento. También solicitan que haya un control de apertura de establecimientos detallistas que consideran que les hacen la competencia. En algunos casos, hay mercados que abren también por las tardes pero no todos los puestos lo hacen.

La mayoría ha ido dando pasos para eliminar las barreras arquitectónicas en los accesos, aunque su implantación es desigual. Este proyecto a largo plazo requiere de la colaboración de los detallistas, de Mercazaragoza, el Gobierno de Aragón, las distintas fuerzas políticas y municipales y diferentes organizaciones comerciales, como la Cámara de Comercio. El responsable de Urbanismo aseguró que, «o se actúa o los mercados morirán». Actualmente hay 45 instalaciones, frente a los 59 del 2008. Solo tres son de titularidad pública: el de Lanuza, el de San Vicente de Paúl y el de Valdespartera. En los últimos años han cerrado los mercado de Navarra, Quinto, Estación, Cataluña, San Juan de la Peña, Torresol, Galicia, América, Lorenzo Pardo y Mercado San Eugenio, entre otros. Hay 1.695 puestos que acogen 571 actividades detallistas, frente a las 732 del 2008. Esto supone que la caída en el número de locales de venta ha sido del 22% en los últimos nueve años.

PRESUPUESTO / El ayuntamiento dispone de algo menos de un millón para invertir en los mercados municipales este año. El proyecto del Mercado Central es independiente.

Además, ya hay programas en marcha, como el impulsado por CHA, Agros, que trata de potenciar la huerta. Muñoz precisó que «antes de verano» se pondrá en marcha alguna acción aunque se trata de un proyecto a largo plazo.