La nueva paralización del estudio de la futura línea 2 del tranvía de Zaragoza, que uniría el eje este-oeste de la ciudad, tiene una explicación. La concejala de Movilidad, Teresa Artigas, informó ayer durante la comisión de su área que esta segunda suspensión tiene como objetivo incluir su análisis en un plan «global». «El Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) quiere unir el estudio de la línea 2 a la revisión del Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS)» e, incluso, a la propuesta de la DGA de vincularlo al área metropolitana presentado y definido por CHA.

Está previsto que este estudio se haga el próximo otoño y será entonces cuando «se analizarán otras alternativas de transporte de alta capacidad». Para la concejala no se trata de una paralización, sino de una «oportunidad».

La oposición no opina igual. La portavoz del PSOE, Lola Ranera, criticó que el PMUS lleva un retraso de 21 meses, por lo que aseguró que «no se van a atrever políticamente a levantar una ciudad porque para eso hace falta tener valor, coraje y tomar decisiones». Anunció que presentarán una moción la pleno a este respecto.

Desde el PP, Sebastián Contín alertó de que la empresa que está haciendo los estudios, Idom-Typsa, ha avisado al ayuntamiento de los «daños y perjuicios» que le está causando la suspensión del contrato.

Un anuncio que preocupó a la portavoz de CHA, Leticia Crespo, por los costes y las consecuencias que podría origina a la ciudad. Para Crespo, es «una decisión valiente repensar» el proyecto porque supone «una oportunidad para tener una visión global de intermodalidad». Un motivo por el que instó a Artigas a que «sepa aprovechar esta oportunidad».

Según Artigas, y atendiendo a los pliegos de condiciones, se puede pedir una paralización de hasta un año de duración y negó la existencia de cualquier perjucio. Aseguró que se mantendrá la opinión de la ciudadanía y que la futura línea del Urbos 3 unirá la estación intermodal de Delicias por la avenida Navarra y el paseo María Agustín. «Mantenemos el compromiso».