La vuelta al mundo que emprendió en el siglo XVI Fernando de Magallanes y culminó Juan Sebastián Elcano comenzó en Zaragoza. La expedición que cambió la forma de conocer el mundo se concretó en los salones del palacio de la Aljafería. El rey Carlos I de Habsburgo -que finalmente fue coronado emperador del Sacro Imperio Romano Germánico con el nombre de Carlos V- estuvo alojado en él entre los meses de mayo de 1518 y enero de 1519. Ese periodo de ocho meses fue fundamental en la organización y puesta en marcha de la expedición que terminó logrando la primera circunnavegación completa a la Tierra.

La presencia del monarca en tierras aragonesas era debida a la necesidad de jurar los fueros del reino de Aragón tras haber accedido al trono pocos meses antes, después la muerte de su abuelo Fernando el Católico. En el mes de septiembre del 1518 se celebró una reunión del Consejo de Indias en la que, según ha recogido el historiador Sergio Martínez Gil, se tomó la decisión de mandar una expedición naval de exploración hacia el oeste para superar el continente americano recién descubierto y llegar a Asia.

Unos años después, en 1529, España y Portugal se vieron obligados a actualizar el tratado de Tordesillas y el nuevo documento que delimitó, exactamente, las zonas de influencia portuguesa y española en Asia tomó el nombre de la capital aragonesa. «Este nuevo tratado, aunque finalmente se firmó en Lérida, tiene una importancia trascendental», asegura Martínez.

La importancia del palacio de la Aljafería en aquellos primeros años del siglo XVI ha sido documentada por la empresa Historia de Aragón de la que forma parte Martínez. «Su majestuoso salón del trono fue durante ocho meses el centro del primer imperio de dos mundos», relatan.

Carlos V, que en su primera estancia en Zaragoza solo tenía 18 años, trató en esos meses de integrarse al máximo en la vida del viejo reino aragonés. Pero apenas hablaba el idioma y la nobleza no le puso fácil la jura de los fueros ante las Cortes aragonesas. Entre otros detalles de su visita, está documentado que el futuro emperador participó en una procesión del Corpus.

La decisión del Consejo de Indias permitió una nueva ruta al continente asiático y renovó el comercio de especias. La propuesta de Magallanes fue rechazada, en un primer momento, por los monarcas de Portugal, así que acudió al joven Carlos para obtener la financiación. Como en esa época la corte cambiaba de sitio en función de los viajes del futuro emperador, la orden efectiva que reguló el viaje se firmó en Valladolid. El acuerdo ortogaba por anticipado al marino portugués los títulos de gobernador y adelantado «de todas las tierras que descubriese».

La empresa Historia de Aragón, de la que también forman parte Santiago Navascués y Alan López destaca la importancia de