Las familias aragonesas reclaman a la DGA que acelere en la puesta en marcha de un sistema que vuelva a garantizar la gratuidad de los libros de texto. La Administración socialista se comprometió a ello desde que accedió al poder, con la intención de impulsar una medida cuanto antes. Sin embargo, la disponibilidad presupuestaria ha relegado esta opción -Educación llegó a anunciar, hace dos años, su intención de implantarla para el próximo curso-- que se ha convertido en una de las asignaturas pendientes del Departamento de Educación, que, en todo caso, se reafirma en rubricar aquel compromiso de aquí al final de la presente legislatura. Quedan dos años.

«Reclamamos, una vez más, que se retome el sistema de gratuidad para garantizar la educación gratuita en la etapa obligatoria que nuestras leyes marcan», recalca Flor Miguel, presidente de la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos (Fapar) de la escuela pública. «Mientras tanto, pedimos al profesorado que respete la vida de los libros de texto, cuya normativa exige un mínimo de cuatro años, para que las familias no se vean obligadas cada curso escolar a la adquisición de nuevos textos, a la vez que les invitamos a buscar fórmulas alternativas en las que el libro de texto no sea ni la única ni la principal herramienta de trabajo en el aula», añade.

DESDE EL 2012

El Gobierno autonómico del PP eliminó en el curso 2012-13 el programa de gratuidad de libros de texto que beneficiaba a todos los alumnos de Primaria y Secundaria. Y puso en marcha un sistema de becas en función de la renta. Desde entonces, los centros y las familias han ideado fórmulas para abaratar el coste de los manuales. «No queremos olvidarnos del enorme esfuerzo que muchas AMPAS han venido desarrollando en los últimos años en los bancos de libros, cuyo trabajo es necesario reconocer y valorar», expone Miguel, que añade, en este sentido que «no podemos olvidar que en el gasto de inicio del curso escolar, la adquisición de los libros de texto supone uno de los mayores desembolsos para las familias. Por ello, recordamos la importancia que el programa de gratuidad de libros de texto tuvo en nuestra comunidad durante su vigencia, tanto por el ahorro que a las familias les supuso como por la promoción de valores».

MÁS QUE NUNCA

Por su parte, Educación asegura estar «trabajando ahora mismo en la puesta en marcha de un sistema de préstamos de libros para reducir las cargas de los particulares y avanzar en la gratuidad del material». Fuentes del departamento apuntaron que «en esta primera parte de la legislatura, se ha avanzado y consolidado un modelo de becas de comedor y de material curricular que llegue a más beneficiarios».

En este sentido, estas mismas fuentes recordaron «el importante incremento que se ha producido en ayudas para la compra de libros, que en el año 2013-2014 llegaba a 12.445 alumnos y, en la actualidad, supera los 18.000. Además, durante la legislatura anterior se concedían medias becas, y ahora todas las ayudas de material curricular se dan al 100%, lo que supone que ese nú- mero de estudiantes (18.027 en el curso pasado y se prevé que este año se superen los 18.500) tienen de hecho gratis los libros de texto», añadieron desde la Administración.

El actual departamento ha rebajado los criterios para que las ayudas lleguen a más familias (las reciben las que cobran al menos el doble del Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM) --fijado en 537,84 euros mensuales y 6.454 al año en doce pagas-, cuando antes solo percibían las subvenciones aquellas que cobran una vez este indicador.

En todo caso, solo el 15% de los alumnos de Primaria, Secundaria y FP Básica aragoneses tienen ayudas económicas para el material curricular.