La primera masa de aire frío ártico ha teñido de blanco buena parte de la comunidad y ha hecho que las temperaturas máximas no superen los 4 grados. Una sensación que especialmente afecta a las personas sin recursos. Ante ello, Cruz Roja en la capital aragonesa ha decidido activar el protocolo especial de atención y asistencia de los que duermen en cajeros o portales de la ciudad durante este fin de semana. El objetivo es convencerles de que pasen la noche en el albergue municipal.

En Zaragoza hay unas 150 personas que duermen sin las comodidades que disfruta el resto de la población. Buena parte de ellos son visitados diariamente por equipos formados por cuatro o cinco voluntarios de esta asociación que comienzan la jornada a las 20.30 horas y la finalizan a las 00.30 horas.

Como señala la subdirectora de intervención social de Cruz Roja en Zaragoza, Susana Royo, «se trata de ayudar a estas personas. Nuestra principal intención es poderles llevar a un sitio más caliente, pero no siempre se consigue, por lo que se les facilita lo que necesiten». De hecho, estos voluntarios siempre van provistos de mantas, un café bien caliente y un bocadillo que se les ofrece a todos ellos. Algo material que va acompañado de una sonrisa y de unos oídos dispuestos a escuchar cualquier problema de estas personas. Y es que como destaca Royo «muchos de ellos necesitan hablar, coger confianza». Posiblemente, el primer día no quieren subirse a la unidad móvil que les traslada al albergue por algún tipo de temor, pero el hecho de conseguir estrechar una relación puede conllevar que en la siguiente ola de frío esta persona deje de estar durmiendo en un cajero.

TRATAMIENTO

Royo destaca la importancia de cuidar las formas de tratar a los sin techo porque «cuando llamas a la puerta del cajero es como si entraras en su casa, no hay que obligar nada, todo lo contrario». Por ello, en algunos casos, cuando quien está detrás del cristal no quiere saber nada y han podido comprobar que está en perfecto estado de salud, le dejan en la puerta el café y la comida. Cuando se monten en la furgoneta con la que recorren las calles y se vayan al siguiente cajero, es muy probable que ese hombre o mujer salga a coger esa ayuda.

En noches como la de ayer en la que se activa el protocolo especial contra el frío, el albergue municipal mantiene abiertos los pabellones especiales en los que se asisten a estas personas sin ningún tipo de restricción. Muchos de ellos no quieren recibir este tipo de resistencia por cuestiones como tener que desprenderse de alguno de los enseres que les acompañan a diario. Una ayuda que no solo se realiza de noche. Las asistentas de Cruz Roja también actúan de mañana.