Los bomberos de Huesca tuvieron que efectuar durante el pasado fin de semana dos salidas para apagar el fuego que se había registrado en dos contenedores ubicados en las calles Felipe Coscolla y San Jorge. Fuentes municipales señalan que estos hechos han podido ser intencionados.

En ambos casos, la intensa humareda producida por la combustión de los contenedores causó una gran alarma entre los vecinos, por el consiguiente riesgo de que las llamas se propagaran a los vehículos estacionados junto a los depósitos y a las viviendas colindantes.

El año pasado, según datos del servicio antiincendios de Huesca, ardieron 25 contenedores en otras tantas acciones que, en su mayor parte, se atribuyeron a gamberradas. El coste económico ocasionado por la reposición de estos depósitos superó los 20.000 euros.