Aunque existen sectores a los que se les asocia directamente con el amianto, como es el caso de la industria ferroviaria o la construcción, lo cierto es que este material ha estado muy presente en las infraestructuras hasta que fuera prohibido definitivamente en España en el año 2002 por las enfermedades que genera -especialmente en el aparato respiratorio- como la asbestosis o el mesotieloma. Zaragoza no es una excepción y su red de tuberías todavía cuenta con una parte construida en el pasado con este material, en concreto, alrededor de un 20%.

Precisamente, la exposición al amianto en el desempeño de su profesión fue la causa de que tres fontaneros municipales contrajeran una enfermedad vinculada a este agente y a que, finalmente, fallecieran; dos, el año pasado. Por ese motivo, el Ayuntamiento de Zaragoza les rendirá hoy un homenaje. Se trata del primer acto del consistorio en el que se recordará a estos profesionales, un gesto que solicitaron ya el año pasado trabajadores y sindicatos.

En ese sentido, recuerdan que las familias de estos trabajadores se encuentran en un litigio con el ayuntamiento para que les reconozca el recargo de prestaciones y la indemnización correspondiente. Sobre este punto, fuentes municipales aclaran que en los tres casos la enfermedad profesional está reconocida y que, en cuanto al recargo de prestaciones, falta que la Justicia determine si ha de hacerse cargo el consistorio o el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS). Acerca de la indemnización, explican que están pendientes de que la Junta Consultiva de Aragón indique si les corresponde asumirla; un hecho que desde Oria, Pajares y Asociados, el despacho de abogados que lleva las demandas, así consideran, ya que el ayuntamiento fue el empleador de estos trabajadores.

Durante varios años, multitud de profesionales estuvieron expuestos a los efectos nocivos del amianto. En el caso de los fontaneros municipales, desde Comisiones Obreras (CC.OO) explican que desde los años 80 y hasta aproximandamente el 2007 no se tomaron las medidas oportunas. Así, consideran que puede haber más casos no reconocidos.

Actualmente y desde el año 2007 existe un procedimiento espefícico para realizar labores con el amianto, que determina las medidas concretas para garantizar la seguridad de los operarios. Para algunos trabajadores, este protocolo no se cumple totalmente, aunque matizan que sí se ha mejorado en los últimos años.

Sobre este asunto, fuentes de Comisiones Obreras afirman que no existe comparación respecto a cómo se trabajaba antes y cómo se hace ahora, aunque señalan que ha podido haber labores llevadas a cabo por contratas en las que no se ha cumplido y por las que han solicitado un mayor control, como también ha hecho CGT. Este otro sindicato, igualmente, afirma que, a día de hoy, el cumplimiento es mucho mayor que en el pasado. Como CC.OO, sospechan que ha podido haber alguna muerte más y también consideran muy probable que pueda haber otros afectados por este material en el futuro.