El despertar en medio de la noche con el ruido de las sirenas de los bomberos y el olor a plástico quemado volvió anoche al barrio zaragozano del Arrabal, tras dos meses de tranquilidad entre los vecinos. El incendio de dos contenedores en la calle Mariano Turmo afectó a seis vehículos estacionados en un solar situado en las proximidades. La Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional ya ha ha asumido la investigación de este caso.

Este reiterado acto vandálico se produjo sobre las 2. 15 horas y en la misma confluencia de calles que a finales del pasado año extendió la alarma entre los zaragozanos de este popular barrio situado en la margen izquierda del Ebro.

En aquella ocasión se llegaron a producir ocho quemas que la Policía Nacional atribuyó a un joven que reside en las inmediaciones y que fue identificado como Héctor S. S. Fue arrestado en Nochebuena después de que, supuestamente, cambiara su modus operandi y decidiera prender fuego a unos contenedores a plena luz del día. La testigo aseguró que vio a este joven hostelero echar una botella de vidrio al contenedor de plástico, comenzando a arder poco tiempo después. En su móvil había fotografías de incendios anteriores.

Unos indicios que para el titular del Juzgado de Instrucción número 7 de Zaragoza, Rafael Lasala, «no fueron de la suficiente entidad como para tomar una medida tan gravosa como su entrada en un centro penitenciario». Desde el 27 de diciembre Héctor H. S. permanece en libertad, si bien tiene la obligación de presentarse los días 1 y 15 de cada mes porque continúa siendo sospechoso de esas ocho quemas.

Este nuevo incendio causó perplejidad entre los residentes de la calle Mariano Turmo y adyacentes. El presidente de la asociación de vecinos de este distrito, Rafael Tejedor, reconoció que «se había bajado la alarma ante dos meses en las que no se produjeron quemas». «Ha vuelto a pasar en la misma zona, en los mismos contenedores, estamos asustados por si vuelve a ser el principio de una escalada de actos vandálicos», apuntó. Tejedor, que ya organizó una multitudinaria concentración ciudadana para pedir al ayuntamiento más compromiso con este problema, insistió ayer en la «importancia de incrementar la vigilancia policial». «Es una zona que no tiene cámaras de videovigilancia y que no es comercial, por lo que los vecinos debemos estar atentos», apuntó.