Aragón va a aportar casi 530.000 euros para paliar tres de las más graves emergencias humanitarias que asolan actualmente el planeta: la crisis alimentaria en el Sahel africano, la carestía en la franja de Gaza en Palestina y la situación de los desplazados y refugiados, tanto en Libia como en el Mediterrándeo, como consecuencia de la guerra en Siria.

Las ayudas han sido aportadas por el Ayuntamiento de Zaragoza (228.110 euros), el Gobierno de Aragón (200.000) y la Diputación Provincial de Zaragoza (100.000), y fueron aprobadas recientemente por el Comité Autonómico de Emergencias de Aragón, que integra a estas tres administraciones y a la Federación Aragonesa de Solidaridad, que agrupa a su vez a multitud de oenegés y colectivos, que fueron quienes propusieron los proyectos.

En concreto, según fueron desgranando ayer en una rueda de prensa en el centro Joaquín Roncal de la CAI los representantes del comité, las cantidades se reparten entre 159.320 euros para la crisis siria; 129.040 para el Sahel y 240.000 para Palestina.

Las actuaciones financiadas serán, en el primer caso, las de salvamento marítimo de Proactiva Open Arms; la ayuda humanitaria para los refugiados en el valle de la Bekaa de Arapaz; la atención a sirios e iraquíes desplazados en campos de Rmeileh y Bourj Hammoud de Proyde.

HAMBRUNA / En el Sahel, se sufraga la ayuda alimentaria de Acnur a menores de 5 años; las cantinas escolares que promueve Acción Contra el Hambre y la actuación contra la carestía y la vulneración de derechos de la Asamblea de Cooperación por la Paz.

Por su parte, en Palestina se financiará la atención sanitaria urgente de Cruz Roja a los afectados por la Gran Marcha del Retorno y los alimentos provistos por la misión especial de Naciones Unidas en la zona, UNRWA. Una actuación en la que la concejala de Derechos Sociales, Luisa Broto, afeó la «dejación de funciones» de EEUU en sus pagos.

Tanto ella como el director general de Cooperación de la DGA, Raúl Oliván, la diputada delegada de solidaridad internacional de la DPZ, Marta Abengoechea, y la presidenta de la FAS, Ceren Gergeroglu, renovaron su compromiso de alcanzar niveles mayores de financiación para cooperación al desarrollo.