La Asociación Empresarial de Transportes Discrecionales de Mercancías de Aragón (Tradime) aplaudió ayer el compromiso del Ministerio de Fomento con la conversión de las autopistas en públicas una vez finalizada su concesión. El presidente de la patronal del transporte en Aragón, Santiago López Montenegro, subrayó ayer a este diario que la decisión redundará en una importante rebaja de costes para las empresas, así como en indudables ventajas para la seguridad vial. «La administración central nunca ha estado por la labor de desdoblar la N-II, así que liberalizar la AP-2 era casi una obligación», indicó López Montenegro. Por su parte, la Federación Nacional de Asociaciones de Transportes de España (Fenadismer) también celebró ayer la medida y reclamó la puesta en marcha de un plan de incentivos económicos para fomentar el desvío voluntario de camiones a la red de autopistas de peaje. La patronal consideró que liberar los peajes descongestionará la red nacional y permitirá una mejor redistribución de los tráficos profesionales.