DELINCUENCIA

Llaves 3D para robar casas

Los ladrones de viviendas acaban de dar un paso más y han decidido aplicar las impresoras tridimensionales para duplicar llaves y abrir puertas H Una simple foto les basta para su objetivo

Llaves 3D para robar casas

Llaves 3D para robar casas

L. M. GABÁS

Prótesis, piezas para vehículos y hasta casas ya han sido creadas por impresoras 3D. Una tecnología que reúne diseño, procesos de fabricación rápidos y costes muy bajos. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce después de que los amigos de lo ajeno ya se hayan fijado en esta técnica para abrir nada menos que viviendas y tener vía libre para robar en el interior de las mismas.

La forma de actuar puede parecer ciencia ficción, pero ya no está lejos de la realidad. Lo que hacen los ladrones es hacer una foto del interior de la cerradura que van a abrir, meterla al ordenador conectado a una impresora 3D y esta máquina diseña la llave, a partir de este negativo, que puede abrir la puerta.

Llaves 3D para robar casas

Llaves 3D para robar casas

El cerrajero zaragozano Roberto García destaca que esta técnica, por el momento, no va a ser utilizada de manera tan generalizada como son las ganzúas o la Magic Key que emplean las bandas organizadas para cometer las oleadas de robos habituales en las ciudades. «Lo que hemos visto en la feria del sector celebrada en Oporto es que esta práctica necesita tomarse su tiempo puesto que primero hay que tomar la imagen, luego esperar a que se cree la llave e incluso a quitarle las imperfecciones con una serie de productos», apunta, mientras señala que esta tecnología está destinada «para dar grandes golpes en viviendas en las que los ladrones saben lo que hay dentro y quieren asegurarse el botín».

INSEGURIDAD

El empleo de las impresoras 3D para robar en viviendas, tal y como reconoce este especialista, genera una inseguridad «nunca vista hasta la fecha», ya que los fabricantes de cerraduras y escudos siempre han ido evolucionando para intentar generar trabas a los delincuentes.

No obstante, ante los casos que ya se han producido, el sector ya está trabajando en intentar mitigar el problema. Más allá de las alarmas, los sensores de movimiento o las cámaras que hacen su papel, las empresas de seguridad ya se han puesto a trabajar en ello. «El coste de esas nuevas cerraduras se eleva de forma importante, pero en Suiza ya hay una empresa que está creando unas llaves y cerraduras cuyo sistema oculta los pistones y, por tanto, imposibilita hacer estas copias», destaca García. No obstante, este cerrajero hace una sugerencia y es evitar que las personas suban a las redes sociales fotografías de sus llaves o que estas sean visibles para cualquiera. Con una simple foto se puede hacer un duplicado hoy en día. Sin ir más lejos ya ha pasado en Estados Unidos. A partir de una fotografía publicada por descuido en The Washington Post permitió clonar llaves maestras que abren millones de maletas vendidas en todo el mundo. La imagen se retiró unos minutos después, pero se compartió en redes sociales rápidamente. La calidad y detalle de la imagen lo hizo posible.

Un juego de siete llaves aprobadas por la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) estuvo en el repositorio de código GitHub, desde donde cualquier persona pudo descargar los archivos y fabricarse sus copias.

Sobre la mesa también hay otro problema: la venta de ganzúas y de Magic Key en portales de compra en internet. Las primeras se pueden adquirir por tan solo 37,95 euros más IVA, mientras que la Magic Key, que sirve para abrir cerraduras de Borjas, asciende a 339. Ambas son empleadas por las bandas organizadas que desvalijan las grandes ciudades españolas.

Ante ello, la recomendación de la Policía Nacional siempre es la misma: ponérselo difícil a los ladrones. Una vía para ello es la instalación de cerraduras actualizadas y bombillos que no sean fáciles de romper con, por ejemplo, grandes destornilladores con los que hacen palanca. Asimismo, otra recomendación es que las puertas tengan más de una cerraja y a poder ser con diferente tipo de llave. Los ladrones comunes, a diferencia de los que emplean las impresoras 3D, buscan entrar en cuantas más casas posible, de forma rápida y sencilla. En cuanto una puerta les puede dar problemas se fijan en otra. Una batalla constante.H

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