El aficionado al esquí que el domingo perdió la vida en Cerler pudo sufrir un infarto mientras esquiaba en las pistas de la estación invernal aragonesa, según ha podido saber este diario de fuentes próximas a la familia. Al parecer, el fallecido, Juan Carlos T., vecino de Zaragoza de 60 años de edad, se precipitó al suelo en pleno descenso como consecuencia de la afección cardiaca. Las mismas fuentes señalaron que iba protegido por un casco. El suceso tuvo lugar en la conocida pista Rabosa.

Juan Carlos T. era graduado social y trabajaba en la MAZ. Tenía la intención de pasar las navidades en el Pirineo aragonés junto a su familia, ya que poseen un apartamento en la zona. Era muy aficionado al esquí.

Según informó Aramón, que dio sus condolencias a la familia, el incidente tuvo lugar en torno al mediodía, cuando los píster (el personal de pistas de la estación) recibieron aviso del siniestro y llegaron al lugar. Ante la gravedad del estado de J.C.T., decidieron dar aviso al 112.

El servicio de emergencias movilizó el helicóptero, indicaron fuentes del Gobierno de Aragón, pero el hombre falleció en la pista sin que se pudiera hacer nada por reanimarle, por lo que la aeronave volvió a la base.

Aramón no pudo proporcionar ningún detalle de cómo se produjo la caída por estar bajo investigación de la Guardia Civil -del Greim de Benasque, concretamente-, y el instituto armado indicó que, al no tratarse de un rescate ni un accidente que hubiesen atendido, tampoco podían dar detalles de la investigación. Han sido fuentes cercanas a la familia las que han informado del infarto.

El zaragozano es el segundo esquiador fallecido este año en Aragón, después del joven monitor de 23 años, vecino de Tramacastilla de Tena, que falleció cuando practicaba fuera de pistas en Formigal, en febrero, al sorprenderle un alud.