Las obras del mercado municipal de Parque Venecia empezarán a finales de año y abrirá en el segundo semestre del 2020. Será el primero de los cinco que el alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, anunció en su plan de mercados de proximidad a diez años diseñado por su Gobierno. La instalación contará con un supermercado, 12 puestos para detallistas, una cafetería y un aparcamiento subterráneo con 70 plazas como máximo.

Según explicó ayer el concejal de Urbanismo, Pablo Muñoz, en las próximas semanas Mercazaragoza sacará a licitación el concurso de edificación y no será hasta finales del 2019 cuando empiecen las obras, que requerirán de una inversión de 2,7 millones y se prolongarán durante medio año.

Así lo anunció durante su visita junto a Santisteve al mercado privado de Hernán Cortés-Goya donde ayer estrenaron un nuevo espacio gastronómico que ha podido hacerse gracias a una de las subvenciones municipales para rehabilitar los mercados de los barrios.

El alcalde destacó la importancia que tiene que el consistorio se involucre en la modernización de estos espacios «que contribuyen a mejorar la convivencia de los barrios, potencian el mercado ecológico y el consumo de productos frescos y de proximidad». Para Santisteve es esencial que se «apueste por el pequeño comercio, que está tan vapuleado por las grandes superficies».

Indicó que el ayuntamiento debía «implicarse» en la compra de espacios de venta o en la subvención de los alquileres para evitar que se siga echando la persiana en más puestos, algo que no ha hecho en estos cuatros años, y en ayudar a generar dinámicas internas en el asociacionismo de los detallistas fomentando el consumo responsable y de proximidad en los barrios. Según el representante de la Asociación de Mercados Privados, Raúl Machín, en lugar de centrar los esfuerzos en abrir nuevos mercados, habría que trabajar por evitar que otros ya existentes, y con muchos años de historia, acaben sin vendedores o con prácticamente toda la totalidad de sus puestos cerrados. «Está bien que se abran en zonas donde no hay, como Parque Venecia, pero primero hay que potenciar los que ya existen».

Alertó de que muchos se quedan vacíos porque no hay relevo generacional o porque, sin una oferta variada, la gente deja de ir y se ven abocados al cierre. «Antes se pensaba que así la clientela se trasladaría al puesto que permanecía abierto, y no es así porque se busca variedad», aseguró.

Recordó que en el 2003 había 75 mercados de barrio, que se redujeron hasta los 55 en el 2008 y que ahora son 44 con capacidad para 1.695 tiendas, de las que más de la mitad (el 52%) están cerradas, lo que hace que no sea atractivo acudir a ellos, añadió. El último en echar la persiana ha sido el de la calle Albareda.