Más de 20 años de espera y reivindicaciones en la avenida de Cataluña para que el Ministerio de Fomento acabe anunciando la cesión del vial al Ayuntamiento de Zaragoza a través de un comunicado y protagonizando un esprint electoral con el Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) que esta ya se ha firmado, el pasado día 21. Lo hizo ayer, a solo tres días de las elecciones municipales y autonómicas del próximo domingo y pocas horas antes de que lo fuera a anunciar el alcalde de la capital aragonesa, Pedro Santisteve.

El ministerio hacía oficial la cesión de la titularidad de este tramo de la antigua N-IIa entre la glorieta del tercer cinturón (la Z-30), a la altura del centro de especialidades médicas Grande Covián, y el puente sobre el río Gállego que conecta con el barrio de Santa Isabel. Se trata de un vial con una longitud total de 1.369 metros y una superficie estimada de 21.953 metros cuadrados que ya anticiparon en el 2017 el que fuera ministro de Fomento, el conservador Íñigo de la Serna, y el alcalde Santisteve en una reunión celebrada en Madrid.

Desde entonces, se ha estado en comunicación constante por una cesión que, tras la moción de censura al Gobierno del PP en Madrid, no terminaba de concretarse desde el verano del año pasado. Incluso se han realizado obras ya en la propia avenida, por parte del ayuntamiento y también del ministerio, que ha dedicado a su transformación urbana más de un millón de euros desde entonces, pero la firma seguía demorándose.

Hasta que el pasado 19 de marzo de 2019, el consistorio solicitó formalmente a Fomento la cesión sin cargo de dicho trecho, comprendido entre el kilómetro 324,830 y el 326,180 de la N-IIa. Más de dos meses se han empleado para analizar el cumplimiento de los requisitos legalmente establecidos para la cesión y por fin el pasado martes se accedió a firmar al considerar procedente acceder a lo solicitado. Se suscribió el acta de cesión y oficialmente pasaba a manos de la ciudad.

Fomento aclaró que esta cesión no menoscaba la continuidad de la red viaria estatal ni su funcionalidad, ya que no da servicio al tráfico de largo recorrido. Lo único que menoscaba es la foto que pretendía Santisteve.