La dirección de Podemos Aragón se reunía ayer para analizar la debacle electoral y marcar una hoja de ruta para el futuro inmediato y la respuesta no pudo ser más contundente: «No nos vamos a callar», manifestó su secretario general, Nacho Escartín, al finalizar la reunión, en referencia a la dirección nacional y al «arrastre de la marca y la actitud a nivel estatal» que están teniendo con ellos, durante la campaña y después, y el convencimiento que el ejemplo de que «toda la gente que ha tenido un perfil propio, más allá de la marca Podemos, ha funcionado» en las urnas. Ejemplos como el de José María González, Kichi, en la Alcaldía de Cádiz han dado resultado tras marcar distancias y enfrentarse abiertamente con el líder nacional, Pablo Iglesias, «o Joan Ribó, Ada Colau o Manuela Carmena». Así que ese es el camino.

«Pablo Iglesias todavía no ha llamado a Maru (Díaz, la candidata a la Presidencia de Aragón) ni a mí todavía», aseguraba Escartín. Tampoco el secretario de organización, Pablo Echenique, diputado en el Congreso de los Diputados por Zaragoza gracias también al esfuerzo de la formación morada en Aragón para la cita del 28-A. «¿Echenique? ¿Quién es Echenique?», se preguntaba el secretario general aragonés. «No puede ser, nunca más, una organización centralista que desprecie así a los territorios. No nos vamos a callar a partir de ahora, más democracia interna es lo que hace falta. Se trata de reconocer errores y hacer autocrítica», añadía.

Para ello, Podemos Aragón planteará el próximo sábado al Consejo Ciudadano Autonómico su decisión de impulsar un «proceso de escucha en todos los círculos de todos los municipios de Aragón y en todos los barrios» que se prolongará «hasta el verano» con la finalidad de asumir el análisis que cada uno de ellos haga, a partir de los resultados obtenidos, y el nuevo rumbo que le quieran imprimir a la formación en la comunidad, en esa búsqueda de «perfil propio» diferenciado de las directrices estatales.

NO HABRÁ DIMISIONES

Sin líneas rojas y alejado de «repetir mantras» de la marca Podemos a nivel nacional, porque Escartín considera que «los problemas que hay son estructurales». «Por eso queremos oír a toda la gente, hacer análisis rigurosos y reconstruir afectos», explicaba el secretario general de la formación morada en Aragón. Y con ese perfil propio que juntos puedan decidir ir a Madrid, cuando la dirección de Pablo Iglesias convoque un proceso de renovación que él ve necesario a nivel estatal. Eludía pronunciarse sobre si Pablo Iglesias debe marcharse, pero sí explicaba que es imprescindible este proceso de escucha que ahora se abre «para llevar a Madrid la voz de Aragón, como siempre he hecho».

En este proceso, no obstante, no está sobre la mesa asumir responsabilidades en forma de dimisión. Ni de forma individual ni de toda la actual dirección en Aragón, aunque asegura que tiene claro que no se va a aferrar al cargo y «desde el grupo parlamentario estamos obligados a darlo todo y a defender lo que nos han pedido los electores». «A nivel orgánico, si vemos que la gente nos está pidiendo que nos vayamos a casa, lo haremos, pero creo que no lo están haciendo», argumentaba el secretario general.