El calendario ha querido que, pocos días después del acuerdo PP-Cs para hacer a Jorge Azcón alcalde de Zaragoza, se celebre una de las tradicionales citas en las que uno y otro partido tienen visiones opuestas sobre cómo proceder. La procesión del Corpus Christi, que se celebra mañana domingo, escenificará la primera discrepancia entre ambos socios de Gobierno, aunque ayer ninguno de los dos le daba excesiva importancia. Los seis ediles de Ciudadanos (Sara Fernández, Víctor Serrano, Carmen Herrarte, Cristina García, Javier Rodrigo y Mari Fe Antoñanzas) tienen orden de no participar en la comitiva con las bandas de concejales. Y la vicealcaldesa tampoco estará al lado del alcalde Azcón en ella.

«Mantenemos nuestra postura de ser un partido laico, que hay manifestaciones religiosas en las que no debería participar directamente la institución», explicó a este diario la propia Sara Fernández. Es cierto que el hecho de que asistan los ocho ediles conservadores le salva de un importante aprieto como sería ir contra lo que mandan las propias normas del consistorio, el reglamento de protocolo municipal. «Lo importante para la ciudad es que el Gobierno esté representado», añadió Fernández. «Respetamos el reglamento y la normativa que hay en cada institución, que a día de hoy el Gobierno tiene que estar representado y que, por parte de Cs, nunca vamos a dejar que deje de estarlo en estos eventos», argumentó la vicealcaldesa.

Mientras, desde el PP municipal aseguraron que respetan «la libertad individual» de Cs y sus ediles para acudir o no a esta tradicional procesión. Los suyos sí acudiran y estarán acompañados solo por los dos de Vox. Ni los 10 del PSOE, ni los 2 de Podemos ni los 3 de ZeC irán.