La mujer de 31 años que fue agredida por su expareja en la mañana del pasado lunes en Zaragoza recibió ayer el alta médica. Paloma B. V. sufrió varios golpes y heridas de arma blanca cuando entraba en el portal de su casa, en la avenida de América 52. Su excompañero, Didier B. C., de 28 años, la atacó con un cuchillo de cocina con el que minutos después se quitó la vida clavándoselo en el pecho en la calle Lasierra Purroy, a unos 300 metros del lugar de la agresión.

Los hechos tuvieron lugar a las 9.15 de la mañana y solo la rápida intervención de los testigos presenciales y de vecinos del inmueble evitó que la mujer perdiera la vida. Paloma sufrió cortes en la cara y en los brazos, por lo que fue preciso hacerle un torniquete con el fin de parar la hemorragia antes de trasladarla en ambulancia al hospital Miguel Sever. «La persona que le hizo el torniquete era un vecino, no sé si es médico o no», manifestó la responsable de un comercio situado en las inmediaciones del lugar de la agresión.

«Cuando llegó la ambulancia y se la llevó tenía la cara ensangrentada, todo hacía pensar que las heridas podían ser graves y ella estaba muy asustada», agregó la misma persona.

La joven agredida se había separado de su expareja en el 2014, con la que tiene un hijo de seis años. Sobre el hombre recayó una orden de alejamiento que expiró el pasado mes de abril. Aun así, según testimonio de los vecinos, él había acudido recientemente a la vivienda de ella y había protagonizado escenas violentas.

Por otro lado, los compañeros de trabajo de Paloma B. V. en el hospital San Juan de Dios se concentraron en la tarde de ayer a las puertas del centro en señal de solidaridad con la víctima.