Las plataformas digitales de reparto (Deliveroo, Glovo o Ubereats) se ahorran al año 92,6 millones de euros en salarios y 57,6 millones en cotizaciones a la Seguridad Social debido al uso de la figura del trabajador autónomo. Así lo indica un informe presentado ayer en Zaragoza por el sindicato UGT, que también se ha personado en el macrojuicio contra Glovo que acogerá la capital aragonesa.

Según el estudio, los «falsos autónomos» pierden un 25% de las remuneraciones salariales respecto a la situación de contrato estándar, lo que supone cerca de 4.200 euros por persona, o 60 millones de euros al año con el tamaño actual del sector.

En este sentido, el sindicato considera que las empresas de reparto «ni tienen trabajadores, ni son emprendedores», dado que sus contratos son civiles o mercantiles o están como «falsos autónomos», al pagar todos los gastos derivados del servicio, que estiman en 450 euros mensuales por repartidor. «La tendencia de los jueces es reconocer la relación laboral; es difícil hacer creer que un chico que va en bicicleta es un emprendedor cuando además no tiene control de nada, ni del precio ni de su horario», indicó ayer Rubén Ranz, de UGT.

En este sentido, denunció que el trabajo que realizan estas personas es «penoso» por tener «muy bajos ingresos» y «peligroso», ya que «todos los días hay accidentes de trabajo». En la rueda de prensa celebrada ayer en Zaragoza participó un repartidor de Glovo de la capital aragonesa, Darwin Henríquez, que destacó que si el juicio acaba siendo favorable para los riders conseguirían tener derechos de los que carecen, como vacaciones, días de descanso o baja por enfermedad

Si el dictamen de los jueces ratifica el criterio de la Inspección, los afectados podrán recuperar las cuotas de autónomos abonadas —siempre que no realizaran simultáneamente otra actividad por cuenta propia-, así como reclamar finiquito por despido.