Huesca ya no se considera, de forma oficial, una zona «de utilización histórica predominante de la lengua aragonesa». Un cambio, a propuesta del PP, que supondrá en los próximos meses la retirada de los carteles bilingües que se habían colocado en la entrada de la ciudad como parte de una campaña de difusión del idioma promovida por el propio consistorio y la comarca de la Hoya. La medida recibió el apoyo de Ciudadanos y de Vox, de forma que el equipo de Gobiberno se verá obligado a prescindir de las señales en las que se dice: Bienvenius a Uesca, ziudat bilingüe. Charramos aragonés.

La concejal popular Teresa Moreno criticó la política en lenguas minoritarias del actual Gobierno de Aragón y consideró que la inclusión de Huesca dentro del área del aragonés no se realizó tras un estudió riguroso en lo histórico y lo técnico. «Es indudable que los oscenses no conocen la fabla», dijo usando una denominación que se considera incorrecta, y repitió que no se usa «en las actividades cotidianas».

Por su parte, el concejal de Vox, Antonio Laborda, insistió en la misma idea. Además, ironizó diciendo que en Nueva York no se habla el aragonés. Por eso reclamó el cierre «de cualquier oficina que sirva para promover el uso de este idioma». Y Enrique Novella (de Ciudadanos) dijo que retirar los carteles «es volver a la normalidad», al considerar que el idioma no tiene uso. «No entendimos nunca que se pusieran», zanjó.

El PSOE, con Ramón Lasaosa, no votó a favor de la moción al considerar que la situación del aragonés no ha cambiado desde que se aprobó la declaración. «Creemos que los argumentos usados en su día siguen vigentes», indicó. En la misma línea, Óscar Sipán (Con Huesca Podemos) defendió el uso cotidiano el idioma, aunque sea de forma inadvertida. «Forma parte de un patrimonio cultural que se tiene que valorar», dijo.

El hecho de que saliera aprobada la moción implicará la retirada de «unos carteles ridículos» que según la concejala popular «hacen daño a la vista». La instalación de estos tres paneles costó 2.334 euros. Los últimos estudios cifran en 1.048 el número de hablantes habituales del idioma, uno de los más amenazados del mundo.

EMERGENCIA CLIMÁTICA

Por otro lado, el pleno municipal aprobó una propuesta de Con Huesca para que la ciudad se sume a la declaración del estado de emergencia climática a la que ya se han adherido otras capitales. El compromiso llega después de que un buen número de estudiantes se uniera a una huelga contaa el calentamiento global. La portavoz de la formación, Pilar Novales, aseguró que el siguiente paso será «algo más difícil» porque cree que es necesario «armar una estrategia».