El Grupo Industrial Ferruz prevé crear 50 empleos más años y alcanzar el próximo año una plantilla de más de 200 trabajadores, al tiempo que espera duplicar su producción y la facturación, pasando de los actuales 50 millones de euros a entre 80 y 100 millones. La compañía confía en alcanzar este fuerte crecimiento gracias a las sinergias y mejoras tecnológicas que le aporta su nueva sede en el Parque Tecnológico de Reciclado (PTR) de Zaragoza, unas instalaciones de 40.000 metros cuadrados de naves en las que ha concentrado las actividades que tenía dispersas por varios plantas de la ciudad, como son la fabricación de ejes agrícolas e industriales, cilindros hidráulico, semiremolques de aluminio y camiones recolectores de residuos sólidos urbanos.

Así lo ha anunciado este lunes José Luis Ferruz, presidente del grupo, durante la visita al nuevo centro productivo del presidente y del vicepresidente del Gobierno de Aragónn, Javier Lambán y Arturo Aliaga. Las instalaciones se asientan en una parcela de 130.000 metros cuadrados, el mayor complejo industrial del polígono, con lo que cuenta con un amplio terreno para futuras ampliaciones. No obstante, la prioridad de la compañía pasa por «consolidar» las nuevas actividades que ha impulsado en los últimos años.

La inversión global desde el 2015 supera los 25 millones de euros, de los que 18 se han destinado a la maquinaria e instalaciones del PTR y otros 7 a la construcción y puesta en marcha de una planta de 15.000 m² en Valmadrid (Zaragoza), donde cuenta con un almacén de distribución de neumáticos agrícolas, industriales y de camión.

Diversificación ejemplar

Esta empresa familiar aragonesa, cuyos orígenes se remontan a 1954 y que cuenta con una fuerte vocación internacional -exporta entre el 60% y el 70% de su producción-, ha experimentado en los últimos años un intenso y meritorio proceso de crecimiento y diversificación de su actividad, con la entrada en nuevos sectores y el lanzamiento de productos de alto valor. Lo ha conseguido aprovechando las oportunidades y nichos de negocios que le surgieron en los años de la crisis.

La fabricación de cilindros es el origen y uno de los principales negocio del grupo. Su otra actividad con más arraigo es la producción de ejes de rodaje y suspensiones para maquinaria agrícola e industrial, algo en lo que son el único operador que queda en España y uno de los tres que hay a nivel europeo. Ya en el 2014, la empresa puso en marcha una filial dedicada a la fabricación de semirremolques y chasis de aluminio para obra pública y transporte a granel. Esta línea de negocio se completó hace tres años con la entrada de lleno en el sector de camiones de basura con el lanzamiento de un vehículo recolector de carga lateral. La empresas tiene grandes expectativas de crecimiento en este último producto, del que fabrica cada mes entre tres y cuatro unidades, que se destinan al mercado español.

«Aunque este es un proceso que no ha acabado, estamos cumpliendo paso a paso los compromisos de inversión, creación de empleo e implantación en nuevos mercados que hemos venido anunciando, expandiendo nuestra compañía por todo el mundo, pero centrando aquí, en Aragón, nuestra producción», ha destacado Ferruz.

Mercado exterior

El comercio exterior ha alimentado la expansión en las últimas décadas del Grupo Industrial Ferruz, que cuenta con casi 40 años de experiencia vendiendo en el extranjero. La compañía sigue mirando al mundo para continuar con su senda de crecimiento. Sus productos se comercializan hace tiempo en España, Europa, norte de África o América. Los objetivos de la empresa pasan por seguir avanzando en todas estas áreas y especialmente en puntos como Estados Unidos, América central, Oriente Medio o el propio continente europeo, bajo la premisa de que cualquier área industrializada es un potencial mercado para la empresa.

La compañía ha invertido en infraestructura, máquinas y herramientas automatizada para «atacar el mercado industrial en el mundo entero», ha explicado José Luis Ferruz, presidente del grupo. «Ya estamos capacitados para poder fabricar equipos y componentes para cualquier país», ha apuntado.

La proyección exterior de Ferruz no es algo nuevo. Su primera venta se produjo 1979 con la firma de un pedido de cilindros oleohidráulicos, para Argelia. Y unos años después, en el 1983, la compañía cruzó el charco hasta Centroamérica.