Los pilotos de los vuelos de París y Londres, de Ryanair, se niegan a aterrizar en Zaragoza por el mal tiempo

El mal tiempo ha provocado que esta tarde el aeropuerto de Zaragoza haya vivido una nueva jornada con revuelo en la terminal de pasajeros. Dos vuelos de la compañía Ryanair han decidido no aterrizar en la pista de Garrapinillos y desviarse hasta Vitoria. Sus más de 300 pasajeros han tenido que descender del avión en la pista vasca, y emprender por carretera el viaje hasta la capital aragonesa, con varias horas de retraso acumulado, lógicamente, sobre el horario previsto. Primero fue el de Londres y luego el de París, ambas con la misma solución: subir a un autobús para volver a casa.

Mientras, en la terminal de Zaragoza comenzaban los nervios nada más conocer el desvío de ambos vuelos. Los dos de la compañía irlandesa y viendo cómo los otros dos llegados de Rumanía, a bordo de aviones de Wizz Air, tomaban tierra con normalidad en Garrapinillos. El problema de que decidieran aterrizar en Vitoria afectaba a dos vuelos más, los que debían desspegar desde Zaragoza con rumbo también a París y Londres esta misma tarde. Sus viajeros llegaron a un acuerdo con la compañía para despegar esta noche desde el aeropuerto de El Prat, en Barcelona, y esta fletó varios autobuses para trasladarles hasta la pista catalana por carretera. Con el retraso que este desplazamiento inesperado conlleva para sus salidas hacia Francia y el Reino Unido.