Ecoembes, la organización que coordina el reciclaje de residuos de envases en España, prevé que los aragoneses terminen el año con un 7% más de envases reciclados en los contenedores amarillos (plástico, latas y briks).

Según estas previsiones, a final de año cada aragonés habrá depositado más de 16 kilogramos de envases en el contenedor amarillo y aproximadamente 21 kilos en el azul (un 3% más), lo que se traduce en 1.500 envases de plástico, latas y briks y 800 de papel y cartón.

Estos datos serán posibles gracias a la amplia red de contenedores con la que cuenta la Comunidad aragonesa (11.097 contenedores amarillos y 8.238 azules) y las mejoras en las rutas de recogida, así como las iniciativas puestas en marcha para acercar el reciclaje a toda la sociedad, han apuntado fuentes del Gobierno de Aragón en un comunicado.

Entre estas iniciativas recuerdan la implantación de recogida selectiva de residuos en las estaciones de esquí de Panticosa, Cerler y Formigal, en colaboración con Aramón, los consorcios y comarcas y el Gobierno de Aragón.

También destacan el proyecto “Terceros en edad, primeros en reciclar”, que busca convertir a los mayores en embajadores del reciclaje, al que, durante 2019, se han sumado 59 centros dependientes del Instituto Aragonés de Servicios Sociales donde se han instalado más de 300 papeleras y cubos amarillos y azules.

Además, 35 docentes aragoneses participan ya en Naturaliza, el proyecto educativo de Ecoembes que integra el medioambiente en el currículum escolar de primaria.

El gerente de Ecoembes en Aragón, Fernando Blázquez, ha puntado que el cuidado del medioambiente es, cada vez más, una de las prioridades de la ciudadanía aragonesa porque sabe que cada pequeño gesto "cuenta" y que con el reciclaje de envases colaboran a su cuidado, ayudando a reducir el CO2 y a ahorrar materias primas.

La directora general de Cambio Climático y Educación Ambiental, Marta de Santos, ha recordado por su parte que el Gobierno de Aragón cuenta con un Plan Integral de Residuos, el Plan GIRA 2018-2022, que tiene incorporados los principios de la economía circular, de forma que las buenas prácticas de diseño, producción, reutilización, reparación y reciclado hagan que casi nada sea basura y llegue a vertedero.