El sospechoso al que la Policía Nacional buscaba por la muerte de un zaragozano, el pasado 22 de diciembre en la calle Salvador Allende, se entregó ayer por la tarde en la Jefatura Superior de Policía de Aragón. Lo hizo acompañado por su abogado defensor, José Cabrejas, y de su esposa, que fue testigo de los hechos.

Este joven identificado como L. J. R. H. de 28 años y de origen español, quedó detenido como supuesto autor de un delito de homicidio en dependencias policiales a la espera de que el Grupo de Homicidios le tome hoy declaración antes de ser puesto a disposición del Juzgado de Guardia. Decidió personarse de forma voluntaria ante los agentes, tras conocer los hechos que se investigaban por la publicación de EL PERIÓDICO.

Los investigadores sí que pudieron escuchar la versión de la mujer del arrestado, quien relató que el primer incidente tuvo lugar en la cervecería Capricho. Allí coincidieron el sospechoso y la víctima, quien, según la declaración de esta testigo, comenzó a insultar y a menospreciar a un cliente que es disminuido.

En ese momento, el resto de personas que estaban dentro del establecimiento se dirigieron a la víctima para que depusiera su actitud puesto que estaba «visiblemente perjudicada por el alcohol». No lo hizo, sino todo lo contrario, ya que, al parecer, llegó a tirarle unas botellas.

Ante dicha situación, varios clientes del bar, entre los que se encontraba L. J. R. H. le empujaron a la calle para que dejara en paz al otro hombre. Fue ya en el exterior cuando la víctima, que estaba visiblemente agitada se quitó la ropa de arriba y comenzó a amenazar a las personas que se encontraban en el interior de la cervecería. De repente, tal y como admitió la esposa del detenido, este salió a la calle y le dio un empujón que le hizo caer al suelo.

LLAMADA AL 061

El hombre quedó noqueado en la acera, lo que obligó a los allí presentes a llamar a la ambulancia del 061 para que asistiera a la víctima. Junto a él estuvo L. J. R. H. quien, según esta testigo, se preocupó por su estado.

Los sanitarios le atendieron, pero este hombre de 53 años rechazó ser trasladado a un centro hospitalario, por lo que se fue por su propio pie a su casa. Allí fue encontrado ya cadáver por un compañero de piso.

La autopsia realizada en el Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA) reveló que la causa de la muerte era un fuerte traumatismo craneal. Ahí comenzó entonces la investigación del Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Aragón que también tendrá que determinar si el golpe puede relacionarse con el empujón o pudo ser una caída posterior.

El penalista zaragozano José Cabrejas realizó ayer un llamamiento, a través de este diario, al resto de clientes del establecimiento que pudieron ver los hechos para que acudan a la Jefatura Superior de Policía de Aragón para prestar declaración en calidad de testigos.