Son varios los locales que este 2020 comenzarán su andadura en la calle Don Jaime I arriesgando con su oferta innovadora y diferente que trasladan al centro de Zaragoza con mucha ilusión y un poco de miedo al comenzar con un negocio desde cero.

Cristina Pemán es la propietaria de Dídola, un establecimiento multiespacio que hasta el momento se encontraba solo en el barrio del Actur y que ahora añadirá una sede más en esta calle. Dídola es una cafetería «pensada para familias con niños, porque a los padres nos gusta salir y tomar algo y que ellos tengan un espacio». Además, lo característico de esta cafetería es que los libros infantiles son una pieza clave.

A pesar de que en el barrio del Actur funciona perfectamente, Cristina ha querido ser mucho más ambiciosa gracias a la experiencia que le han dado los años y por eso ha decidido ampliar su negocio e irse al centro, a un local donde pueda, además, dar comidas y cenas, tener una ludoteca donde organizará actividades de ocio y conseguir llegar a mucho más público. Ella tiene claro que el comercio tradicional está cerrando y que internet ha hecho mucho daño pero «el café hasta lo que yo sé, no se puede tomar por Amazon», comenta llena de fuerza para comenzar el nuevo reto que se ha propuesto.

Otro espacio que próximamente abrirá sus puertas en la antigua Cervecería Cierzo será La Flor de Lis, un establecimiento que tendrá como cocinero a Rubén Martín, quien lo define como «una alta taberna aragonesa creada con comida y decoración muy aragonesa». Este nuevo local ofrecerá la comida de siempre pero con un toque muy moderno y siempre contando con productos de proximidad. «Todo va a ser 100% de la comunidad pero con una vuelta de tuerca», explica Rubén, que anda con mil cosas en la cabeza debido a que esta semana está preparándose para el Madrid Fusión mientras coordina una reforma integral del nuevo local y su apertura para el próximo 14 de febrero «si todo sale bien». Este ritmo acelerado ya le es conocido a este joven cocinero de 30 años que formó parte del programa de Aragón TV, La Batalla de las Tapas, mientras lo compaginaba con dirigir la cocina del Bistró Casa & Tinelo,

Rubén asegura que es arriesgado meterse en un local tan famoso como este porque todo el mundo sabe dónde estaba y tenía un gran éxito, pero lo importante es hacerse un hueco y dar a conocer esta nueva taberna que en nada se parecerá a la anterior.