Moringa Nosoyplaga. Paloma residente en Zaragoza, que ha escrito su segundo libro, Patrimonio de la palomidad Haikus rotos, plumas y otras moringuerías. Este sábado, su humana (Marta) lo firma en La pantera rossa, a las 19.00 horas.

-Antes de nada, con quien voy a hablar, ¿con Marta o con Moringa?

-Lo que se pretende es dar visibilidad a las palomas y muchas personas me piden que hable como yo, pero no es un libro Disney sobre palomas que sobreviven, sino de palomas de mierda que mueren en la calle. Yo llevo una pequeña cruzada contra los ayuntamientos para dar visibilidad a las palomas, para que no mueran en redes y jaulas y si detrás de la paloma sale un humano pues es como tantos otros libros. No es un libro animalista, yo me considero animalista, pero es la paloma quien me dicta, no escribo yo una historia sobre un corderito que va al matadero y se salva; porque esa no es la realidad. As&iaute; que vamos hablando Moringa o Marta.

-Este es el segundo libro de Moringa.

-Sí, el primero eran unos diálogos publicados en Facebook y a la gente le gustaron; y al final de cada diálogo se incluían algunos poemas, porque yo como humana siempre he escrito.

-Y ahora Haikus.

-Los Haikus son esos pequeños poemas japoneses que parecen rotos y siempre me pareció que el andar de una paloma era algo roto y más las nuestras que están todas cojas y tullidas. Por eso, los haikus son una manera muy expresiva de hablar de alguien que no tiene voz. Los haikus no son verborreicos y yo como humana sí que lo soy. Además, en Japón los condenados a muerte escriben un poema antes de morir y se publica con respeto y son sus últimos sentimientos, y si lo piensas, las palomas en las calles seguramente van a morir. Una paloma en cautividad puede vivir 15 años pero en la calle, como mucho dos y enfermas. La paloma cada día está condenada a muerte.

-¿Como definiría a Moringa?

-ES una descarada, una paloma descarada porque se sabe a salvo, sabe que va a comer cada día, que duerme cada día, se baña cada día.... Todas las palomas que conozco que tienen casa son así, las que tienen familia humana se vuelven descaradas... como una cotorra, porque se sabe viva y no tienen miedo, pero las de la calle tienen miedo. Son como un perro, cuando llegas a casa te busca y eso la gente lo desconoce. Entiendo también que el sitio ideal para una paloma no es una casa pero no hay otro lugar para ellas; las que están tullidas no se pueden llevar a ningún centro de recuperación porque las consideran plaga; no son agradables a la vista de muchas personas, no son de colorines, no encajan... Moringa es descarada porque está, no diré humanizada, pero se sabe cuidada.

-Doy por supuesto que Moringa vive con Marta.

-Sí, tengo dos, ella es la mayor y el macho, al que recogí dos años más tarde y tampoco era liberable porque alguien le había clavado un palillo en una pata y estaba medio muerto cuando me llamaron. Tras mucho trabajo por parte del veterinario, no ha quedó muy bien y tampoco es liberable.

-¿Por qué decidió que ella fuera la escritora en lugar de solo la protagonista?

-Las palomas no caen bien. Un perro o un gato siempre van a encontrar a alguien y son más simpáticos a ojos de mucha gente que las palomas, y yo lo que quería es que la paloma bravía de nuestras ciudades, la que tiene categoría de plaga, tuviera voz propia, que se la escuchara. Ahora, en todas partes, las personas con inquietudes por los animales son muy activas, pero Moringa es poeta, pero no lo es solo para personas animalistas, lo es para todo aquel que quiera leer poesía. Quería que cualquiera leyera los poemas y le gustara o no. Por eso no quería salir yo en la contraportada porque yo no soy la importante; si yo me caigo enferma en la calle me va a recoger alguien pero las palomas están muriendo a kilos en la ciudad y no las va a recoger nadie. Yo quería que la gente prestara atención a las palomas; y a raíz de la que yo tengo la suerte de cuidar, muchas personas reconocen que no son tan feas ni huelen mal porque Moringa se lava todos los días y come semillas, no vómitos. Quería quitar la atención de la persona porque las personas que tienen cariño por las animales, se nos considera sentimentales y poco racionales y no es así. Además, me parece que las siempre van contando historias cuando caminan por la calle, pero como son grises y el asfalto es gris, pues pasan muy desapercibidas. La paloma podría ser un mendigo porque tiene nombre, un pasado... pero los ves a diario en la calle y no te fijas; era quitar la atención de lo humano.

-¿Qué historias se cuentan en el libro?

-Algunas son historias tristes porque las pensamos cuando vamos andando por la calle y lo que vemos es muy triste, son animales que han perdido un dedo o están a punto de perderlo, porque tienen la pata infectada o enrollada en hilos o pelos humanos; o son los polluelos que quedan en los nidos cuando han capturado a los padres... son historias tristes, pero son historias de la vida, pero son como las nuestras, que no tenemos suerte cada día y ellas tampoco. La idea era retransmitir esto. La paloma es el símbolo de la paz pero nosotros somos incapaces de mantener la paz. Y no solo eso, nos cargamos al propio símbolo. Muchas veces, si lo piensas... la paloma es el símbolo de la paz cuando es blanca; en cambio el resto del año son apestosas... Son historias tristes porque las veo incomprendidas y va para largo.

-Este sábado, en La pantera rossa, ¿quién estará firmando?

-Marta, porque tengo DNI. Lo de Moringa lo estoy pensando porque es un establecimiento en el que se sirve comida y entiendo que hay reglas y no soy yo quien las va a romper; además hace frío y tendría que estar en un transportín pequeño mucho rato; y la verdad es que tiene buena vida y no está acostumbrada. De momento creo que irá solo la humana. Yo no quiero que la firma se convierta en mi promoción personal por eso intento estar escondida, porque en el momento en el que ves una cara humana te olvidas de las palomas y se convierte en un cuento Disney y no lo es.