La familia de Sami Hamidi, el joven fallecido en noviembre del 2018 en la calle Princesa de Zaragoza, solicita 28 años de prisión para el único adulto supuestamente implicado en este crimen y que no fue juzgado, a diferencia de los menores que ya se sentaron en el banquillo y fueron condenados.

Entre ellos estaba al autor material, F. M. G. S., alias Kiko, al que le faltaban nueve meses para la mayoría de edad y que fue castigado a ocho años de internamiento en un centro.

El abogado de la familia del fallecido, Carlos Vela, mantiene que D. J. L. C. es autor de un delito de asesinato y otro de pertenencia a grupo criminal porque considera que detrás de esta muerte está un rito de acceso de los Dominicans Don’t Play (DDP), por lo que todavía no estaban identificados por la Brigada de Información de la Policía.

La investigación realizada por el Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Aragón concluyó que este joven de 18 años actuó como cooperador necesario. Desde su arresto, este joven, defendido por la abogada Carmen Sánchez Herrero, permanece en prisión. La sentencia del juzgado de menores estableció que Kiko provocó a Sami en la calle de Dato recordándole un incidente que había tenido con la novia de la víctima y le mostró el machete que llevaba. «¿Quieres que te apuñale?», le amenazó. Tras ello, le perforó la femoral.