Más allá del currículo que le avala, algunas personas cercanas a Sira Repollés aseguran a este diario que «se cree» la sanidad pública, donde lleva años ejerciendo como profesional. Conoce el terreno y el día a día en el que se mueven los sanitarios, el funcionamiento de un servicio o lo que es una guardia en un hospital.

Tiene un «amplio conocimiento de la realidad» y «un gran talante dialogador», algo que reclaman y exigen los sindicatos. Estos, quienes a Ventura han reprochado su «frialdad» en las negociaciones, ven con buenos ojos la llegada de Repollés, a la que conocen y de la que profesionalmente destacan su pasión por el trabajo que hace. «Es una curranta y no vale alguien que solo conoce despachos, vale alguien que conozca el sector donde se mueve», indicó uno de sus colegas de profesión.

Además de conciliadora, Repollés también es «cercana» y no solo en las distancias cortas o en ámbitos coloquiales. Cuentan que ella misma ha confesado que, alguna vez, ha abrazado a algún paciente que se ha venido abajo en la consulta. Su vinculación con la mujer y con temas de salud sexual y reproductiva le otorgan un papel de sensibilidad hacia la igualdad que muchos también valoran entre sus puntos a favor.

Su llegada al cargo se ha fraguado en apenas unos días y, aunque había otros nombres en liza, Repollés era la nueva consejera que quería Lambán. El reto que acepta es arduo por el momento en el que llega y por las exigencias de un colectivo sanitario (y también de la oposición) que le dan su voto de confianza, pero que examinarán con lupa su gestión.

Cuando la crisis del coronavirus cese y vuelva la nueva normalidad Repollés tendrá por delante otras afrentas como aliviar las listas de espera, garantizar la construcción de los hospitales de Alcañiz y de Teruel o reunirse con los sindicatos para atender, entre otras cosas, las reclamaciones salariales que venían pidiendo en los últimos meses. A esas retribuciones dijo Ventura que no porque la disponibilidad presupuestaria no lo permitía. Y ese fue uno de los puntos fundamentales que generó una grieta casi insalvable entre la consejería y las organizaciones sindicales. Todo debe empezar otra vez por el diálogo.

La nueva titular firmó un manifiesto en contra de las palabras de Ventura

La nueva consejera de Sanidad, Sira Repollés, firmó hace unos días el manifiesto promovido por los colectivos sindicales que rechazaba y condenada las palabras de Pilar Ventura acerca del «estímulo» que supuso para los sanitarios fabricar EPIS caseros.

Al parecer, Repollés rubricó el documento a la salida de una guardia en el hospital Clínico de Zaragoza, donde trabaja. Este hecho se lo comunicó ella misma al presidente de Aragón, Javier Lambán, cuando este le llamó para proponerle ser la nueva consejera de Sanidad. Repollés le hizo saber que su nombre figuraba entre las personas que habían rechazado las declaraciones de Ventura, pero Lambán, que ya había dicho que habían sido «desafortunadas», no le dio importancia.