La incertidumbre, el miedo y la inseguridad nos llevan en esta situación a un distanciamiento social y a la falta de futuro. ¡Nos han robado el tiempo! Y lo malo es que esta situación se mantiene sin signos claros de que escampe esta tormenta. Nos dicen que hasta que no tengamos una vacuna o soluciones terapéuticas no podemos bajar la guardia. Con lo que hasta ese momento seguirá la incertidumbre, el miedo y el distanciamiento social.

Los autónomos, por nuestra forma de trabajar, tenemos un contacto directo con nuestros clientes, y eso nos permite conocer con gran detalle el ánimo de nuestra gente y detectamos desamparo e inseguridad. Y no fallamos cuando decimos que debemos exigir que esta situación termine ya. No se trata de una nueva normalidad, se trata de llegar a una auténtica normalidad, sin limitaciones. De lo contrario lo que se ha ido denominando clase media baja pasará a engrosar las cifras, ya de por sí significativas, de los desheredados y sometidos, sin apenas expectativas e ilusiones.

La pandemia se ha cebado en muchos autónomos y profesionales que han tenido que cerrar sus negocios o reducir sus ingresos considerablemente. El cese de actividad extraordinario ha permitido tanto paliar el problema como suspenderlo a la espera de acontecimientos. Pero este cese, si no se prorroga, termina en junio del 2020. Más de 35.800 autónomos cobran el cese de actividad en Aragón, en mayo del 2020 tenemos 99.522, lo que representa prácticamente el 36% de nuestros profesionales. Muchos volverán, pero también quedarán otros muchos colgados y a la espera de una prestación. Los que vuelven desconocen su futuro. Les decimos valientes, pero probablemente no tengan más remedio que continuar en un escenario cada vez más hostil para los que trabajamos sin jefes. Impuestos, deudas e incertidumbre; ¡para qué pedir más!

El confinamiento ha supuesto desde marzo la caída de más del 30% de la actividad. Y esa reducción supone otro golpe más para nuestras cuentas de resultados. Es indudable que debemos resistir, pero necesitamos el apoyo de nuestra gente. Nadie va a venir a ayudarnos, somos nosotros los que debemos unirnos y protegernos. Desde UPTA pensamos que podemos utilizar las herramientas tecnológicas para nuestro provecho y para encontrar espacios comunes de actividad económica. Siempre hemos pensado que las plataformas tecnológicas, bien utilizadas, permiten soluciones eficaces.

Para botón de muestra impulsamos hace más de 11 años proyectos de plataformas. Hemos logrado mantener Frescos Zaragoza, como proyecto de detallistas con venta online. Es ya una herramienta de referencia. Nos permite unir autónomos y que trabajen en común, sin robarles sus bases de datos. Creando una entidad pro-común.

Se puede y se debe confluir en estas nuevas formas de trabajar: permiten la cooperación, la coexistencia, la creación de empresas comunes y la defensa de nuestro trabajo individual en un proyecto colectivo. Necesitamos creer en nosotros mismos y crecer en cercanía e interés mutuo.