Si algo ha evidenciado la pandemia y el desconocimiento acerca del coronavirus es que la investigación es más vital que nunca. Y no solo la que se hace en laboratorios o en centros de alto reconocimiento, sino que la investigación hospitalaria también ha dado un paso al frente para ayudar en un momento tan crítico y tratar de buscar evidencias que ayuden a frenar el coronavirus.

Una de las vías para lograr este objetivo está en los ensayos clínicos que está llevando a cabo el hospital Miguel Servet, a través de su servicio de Farmacia, que ha decidido fomentar estos proyectos. De hecho, actualmente hay en marcha al menos seis ensayos clínicos en el centro relacionados con el coronavirus. «Algunos los hemos propuesto nosotros, como el uso de moléculas utilizadas para la artritis reumatoide, y otros han venido promovidos por la comunidad», explica Rafa Huarte, encargado de la gestión de procesos clínicos en el hospital.

Entre las líneas de trabajo abiertas hay una donde se están probando distintas moléculas, a modo de prevención, entre los sanitarios; otra desarrolla la parte inicial de un tratamiento antiviral; y por otro lado también se está trabajando con fármacos antiinflamatorios y su reacción del sistema inmune. «Con un funcionamiento pasivo, en todas las áreas del Servet puede haber unos 180 ensayos clínicos iniciados y el hospital es seleccionado para participar por un promotor que ofrece la opción», explica.

Sin embargo, en estos meses ha cambiado esta fórmula y ha sido el propio hospital el que ha buscado «alternativas» para disponer de fármacos o acceder a procesos que permitieran tratar, al menos, a un grupo de pacientes con coronavirus. «La industria farmacéutica cambió, empezó a faltar estoc y lo que queríamos, por todos los medios, era participar en ensayos porque era una forma de tener tratamiento para los enfermos. Por ejemplo, logramos acceder a un proyecto del remdesivir que nos permitió atender a pacientes», cuenta. «Fueron días de mucha incertidumbre, de agobio, de muchas horas de trabajo con el único fin de poder atender a cuántos más casos más», cuenta Huarte.

El servicio de Farmacia contactó incluso con compañeros de otros hospitales para saber si había ensayos a los que poder optar y participar. «Una vez que conseguíamos esto buscábamos a un médico aquí en el Servet que quisiera actuar como investigador del estudio, pudiera seleccionar a los paciente», explica.

Todo sucedía «muy rápido» y Huarte no olvida «situaciones de mucha ansiedad» cuando «de repente» alguna de las opciones de tratamiento dejaron de suministrarse. «Creíamos que no íbamos a tener fármacos para todos los pacientes que llegaban, sobre todo preocupaban mucho los relativos a la sedación en las uci. Los consumos se dispararon y pensamos que nos quedábamos sin recursos», confiesa. En el caso de producirse un incremento de los ingresos, el servicio de Farmacia ya ha hecho acopio de ciertos medicamentos para evitar que se repita esta situación.

Entrega de fármacos a domicilio

Una de las actividades que más se ha fomentado desde el hospital Miguel Servet durante la pandemia es la entrega a domicilio de medicamentos a pacientes crónicos o con patologías que requieren de fármacos dispensados desde el servicio hospitalario. Han sido casi 3.400 acciones de este tipo, gracias al convenio de colaboración con voluntarios de Cruz Roja, que han estado llevando este material.

Actualmente, el hospital cuenta con casi 9.000 pacientes externos a los que se les da medicación desde el hospital. La situación de crisis sanitaria y el confinamiento llevó a recomendar a estas personas que no acudieran allí a retirar su fármaco para no poner en riesgo su salud. En este momento se hizo uso del teléfono para ofrecer atención farmacéutica a estos pacientes durante este periodo de dos meses, según los datos del servicio. De ellas, dadas las circunstancias y la necesidad, se valoró la fórmula de la entrega a domicilio de fármacos a personas con todo tipo de patologías. «Ha sido un éxito y creo que de todo esto debemos sacar varias lecciones aprendidas. Una de ellas es esta de la telefarmacia, que creo que habría que mantenerla», señala Reyes Abad, jefa de Servicio de Farmacia en Servet. «Obviamente no con la misma intensidad, porque la situación ha sido excepcional, pero es un recurso bueno que permite mejor optimización de recursos», dice.

En este sentido, Abad plantea que «sería bueno» mantener esta atención telefónica y el servicio de fármacos a domicilio para «un subgrupo» de pacientes, más vulnerables o con dificultades, que no tengan que trasladarse. «La situación está en estudio para ver cómo se puede mantener, pero habría que ver criterios de selección de usuarios y demás. Está en análisis y obviamente en última instancia habría que contar con el permiso del Salud», detalló Abad.

El servicio también ha ahondado mucho en la elaboración de medicamentos mediante fórmulas magistrales, pero también han hecho 13.000 nutriciones parenterales para adultos y pedriátricas o 10.000 mezclas intravenosas. También, dado el desabastecimiento de determinados productos como el gel hidroalcoholico, desde farmacoterapia se llegaron a elaborar hasta 3.1000 litros en un mes y medio para cubrir las necesidades del hospital.

Gestión rigurosa

En cuanto a la disposición de recursos, la gestión del estoc ha sido "rigurosa", con inventados diarios y una exigencia "extrema" para cubrir las necesidades. "Para facilitar el trabajo de los sanitarios con los pacientes con coronvirus, desde Farmacia se trabajaba para proporcionar las dosis adecuadas, garantizando la calidad y la seguridad", explicó Abad. "La colaboración de todo el mundo fue extraordinaria y para todos fue una experiencia única. Todo el hospital trabajo para resolver los problemas de un grupo de pacientes, pero también de la sociedad, y eso hay que resaltarlo", señaló la jefa de servicio.

Según los datos se han realizado más de 180 peticiones de medicamentos individualizados para pacientes con coronavirus. "Hubo que establecer criterios restrictivos de uso de medicamentos porque, cuando se inicia la pandemia, se produce un incremento de determinados fármacos y ahí surge una tensión en el suministro. El objetivo de todo hospital es asegurar la disponibilidad de medicamentos, pero vivimos un momento, en toda España, donde se tuvo que exigir previsiones de consumo a todas la comunidades para hacer una distribución equilibrada", comentó Abad.