La Confederación Empresarial CEOS-CEPYME de la provincia de Huesca ha mostrado su preocupación ante las últimas medidas anunciadas por el Gobierno de Aragón para luchar contra la propagación del coronavirus, y que afectan a la capital oscense, que pasa a la fase 2 "flexibilizada".

En una nota de prensa, los empresarios han expuesto que se han estado adoptando todas las medidas higiénico-sanitarias de obligatorio cumplimiento, con el fin de prevenir contagios y restablecer la actividad en todos los negocios a la mayor brevedad pero con todas las garantías.

"Esfuerzos que se vienen abajo en el momento en que determinados grupos de personas no toman las medidas adecuadas y ponen en riesgo a toda la población, que es más un problema social que empresarial, pero que, sin embargo, trae como consecuencia la adopción por parte de las autoridades de determinadas medidas que perjudican gravemente al sector productivo, en este caso especialmente, al sector de hostelería con sus consecuencias muy negativas para el desarrollo socioeconómico, con pérdida de empleo y ostensible rebaja del bienestar social presente y futuro".

Por ello, los empresarios han apelado a las administraciones competentes para que ejerzan un control exhaustivo "a los ciudadanos que incumplen las normas que habitualmente dictan las autoridades sanitarias en función del estado de propagación del virus".

Asimismo, la organización empresarial ha insistido en que el paso a la fase 2 "flexibilizada" es "una situación coyuntural de la ciudad de Huesca y de la zona oriental" y que en ningún caso debe ser confundida con la situación en el Pirineo donde "afortunadamente el nivel de contagio es muy bajo pero que, como consecuencia del ruido mediático, está sufriendo multitud de cancelaciones" turísticas.

"Dado el enorme perjuicio que se está ocasionando, fundamentalmente en el sector de hostelería, será necesario adoptar medidas compensatorias para minimizar el tremendo impacto negativo", ha remarcado CEOS-CEPYME.