Zaragoza no se confinará el lunes. La consejera de Sanidad, Sira Repollés, decidió ayer acabar con los rumores de que la capital aragonesa se cerraría en los próximos días para tratar de frenar el incremento de contagios de coronavirus. Lo ha hecho después de reunirse con los portavoces de los grupos de Las Cortes y tras asegurar que Aragón no se encuentra peor que otras comunidades, pese a volver a liderar ayer el ránking de contagios con 255 nuevos. Para la titular de Sanidad, la transparencia y la información ofrecida diariamente ha podido ser la causa del nerviosismo de la población.

Repollés ha querido aclarar que la recomendación de no salir ni entrar de la capital aragonesa no significa que se haya hecho un «confinamiento perimetral» y ha descartado que vayan a hacerlo el próximo lunes porque la situación es «dinámica» y las medidas se toman «en cada momento» en función de la situación epidemiológica. En todo caso, tal y como ha afirmado en la Cadena Ser, lo que harían sería aplicar una fase 2 «restrictiva», en lugar de «flexibilizada». Pese a no estar en sus planes, sí que dijo que podrían adoptar decisiones «jurídicas» si hubiera que «endurecer» algunas medidas.

APOYO / El encuentro con las formaciones se ha celebrado a petición de Cs, cuyo portavoz Daniel Pérez cerró filas con el Gobierno de Lambán. Pérez ha asegurado que apoyará las decisiones del Ejecutivo aunque sean «duras, drásticas e impopulares», como confinar la capital aragonesa. «No están solos», ha declarado el líder de la formación naranja, que declaró que la situación actual distaba de la de marzo porque los hospitales no están saturados y porque «ahora estamos más preparados».

Desde el PP también se muestran de lado del Ejecutivo autonómico, aunque fueron más críticos con la gestión de la crisis sanitaria dado que consideran que se tendrían que haber adoptado las medidas con mayor celeridad y prontitud. Para la portavoz del PP, Mar Vaquero, está claro que algo no se ha hecho bien ni en el día a día ni en el momento en el que comenzaron a aparecer los primeros brotes. «Algo ha fallado en Aragón, que lleva semanas siendo la líder en contagios», ha dicho.

Vaquero ha solicitado «más transparencia con los ayuntamientos» para que los alcaldes dispongan de más información y actuar ante posibles brotes. Se refería, entre otras cosas, a que solo sabiendo la situación real en el territorio podrán tomar decisiones sobre el cierre de las instalaciones municipales, como las piscinas (no todos los municipios las han abierto), o si incluso deben decretar el cierre de los establecimientos hosteleros para evitar la propagación del virus. Algo que solo podrían hacer si saben quiénes son los contagiados y por dónde se mueven.

Por otro lado, desde IU solicitan más controles en el ámbito laboral para que las empresas no sean una cadena de contagios. Además, su portavoz, Álvaro Sanz, pide también que se «refuerce» la Atención Primaria, donde está recayendo ahora el peso de las atenciones. Desde la formación de izquierdas apelaron a la responsabilidad ciudadana para evitar que se siga disparando el número de contagios y evitar, así, que se tengan que tomar decisiones más drásticas y perjudiciales para la economía. Las tres formaciones hicieron hincapié en las consecuencias económicas y sociales que podría tener volver a paralizar la ciudad y sus negocios.

IU, igualmente, ha dicho que apoyaría todas las decisiones del Gobierno siempre que estén encaminadas a tratar de paralizar los contagios.

Desde el Ayuntamiento de Zaragoza, el alcalde Jorge Azcón también ha manifestado en más de una ocasión que actuará atendiendo a los requerimientos del Gobierno autonómico en materia sanitaria. En el caso de la capital aragonesa, los centros de mayores, donde mayor riesgo existe al tratarse de una población vulnerable, permanecen cerrados. Además, antes incluso de que se decretase el retroceso a la fase 2 «flexibilizada», los aforos de los espacios municipales ya cumplían con los impuestos por la fase, así que no ha habido grandes alteraciones. No obstante, están dispuestos a adaptarse a las necesidades.