La campeona de la Puro Pirineo Enduro del 2019, Yolanda Díaz García, acaba de lanzar una innovadora cafetería que aúna sus dos pasiones, la restauración y las bicicletas. Llega a los Pirineos la primera cafetería en bicicleta o Koffecleta, como la ha llamado la ciclista gallega, que se irá moviendo por la ruta de Oncins en El Pueyo de Araguás (Huesca), pueblo en el que lleva viviendo desde el 2004, y por toda la comarca del Sobrarbe. En lugar de tomarse un café en una terraza o cogerlo para llevar ofrece un «café lento», calificado «de especialidad» que se desmarca de la inmediatez de los típicos bares.

La idea surgió en un viaje en bicicleta que hizo desde diciembre hasta febrero por el sudeste asiático. En el trayecto se fijó en que la gente allí no suele cocinar y le dio la idea, aunque no enfocada a la comida. Ya había probado suerte con un foodtruck hace cinco años, pero no funcionó, así que intentó encontrar un enfoque diferente que representase sus valores, conciencia medioambiental y apoyo al pequeño comercio. «Joder, una bicicleta; vi claro que era lo mío». Así nació su proyecto.

Díaz afirma que su oferta es «más apetecible porque estás al aire libre, te tomas un café mirando la Peña Montañesa y dices: aquí me quedo, ponme otro». Aunque su ruta está en Sobrarbe, asegura que lo positivo de su negocio es que «si veo que por Aínsa no tengo mucha salida, pues me muevo». Aunque no tiene un perfil de cliente, como deportista también cuenta con los aficionados que atraviesen la comarca altoaragonesa. «Para los ciclistas café frío, para meter un poco la cafeína en el deporte», pero también espera llevar a los pueblos de alrededores y a Aínsa, epicentro de su negocio, «un servicio de cafetería que no tienen».

Los productos que ofrece son café de Etiopía de comercio justo y suministrado por Sanjorge Coffe Roasters, una pequeña empresa zaragozana encargada de tostar café; y bombones caseros. Para preparar el café no utiliza ninguna máquina expreso, como la mayoría de cafeterías móviles, porque «si voy a innovar, hay que romperlo por todos los lados». También quería proporcionar el préstamo de libros, debido a las medidas de higiene exigidas por la pandemia, no podrá ofrecerlo. El resto de medidas de seguridad aplicadas a restauración, no le afectan.

El futuro de su koffecleta koffecletaes convertirse en una franquicia orientada hacia pequeñas poblaciones, «me gusta el Sobrarbe, donde vivo». Aunque no sabe cómo va a funcionar, asegura: «Lo voy a dar todo».