El proyecto que llevará a cabo el Ayuntamiento de Zaragoza a partir del año que viene sobre la implantación de más plazas de zona azul y naranja por toda la ciudad, gusta a unos y enfada a otros. El propio alcalde, Jorge Azcón, admitía que hay que hablar todavía y pulsar esa impresión antes de decidir y pintar las más de 14.000 plazas nuevas. Para gustos los colores.

José Miguel, vecino de las Delicias, expresó ayer que no le parecía una idea mala si «se tenía en cuenta a los vecinos». «A nadie le gusta pagar, pero también habría que ver cuánto hay que pagar», señaló. Asimismo, Begoña Aznar y Pilar, ambas también vecinas del barrio, estimaron positiva esta iniciativa. La primera de ellas optó por la lógica: «Si lo hacen es porque lo han estudiado». La segunda, por las ventajas: «En estas calles, con zona azul o naranja, si eres vecino podrías acceder a un aparcamiento, tienes que pagar pero al menos podríamos aparcar», afirmó.

Como también estaba de acuerdo el portavoz de la asociación de vecinos del barrio de Las Fuentes, Diego Luque: «Esperemos que ahora con este plan se pueda mejorar la situación», o Eduardo Tenorio, vecino de la Cartuja: «Esta mañana he visto lo de la zona azul y no me parece mala idea, porque hay gente que deja sus coches aparcados días y días».

Y también los hay que no lo ven factible, como Juan Carlos, residente del distrito de Las Fuentes: «Creo que aquí va a ser bastante problemático y protestaremos mucho». Y otro residente del mismo barrio añadió: «No facilitará más la movilidad, te van a hacer pagar más si no tienes donde dejar el coche y el único que gane será el ayuntamiento», concluyó.

Aparcar es algo «endémico»

El aparcamiento de los vehículos en las calles de Zaragoza siempre ha constituido un problema para los vecinos de estos barrios, de ahí que se haya convertido en algo «endémico», tal y como expresó Diego Luque. La opinión es generalizada sea quien sea el vecino al que se cuestione: «Aquí en el barrio aparcar está bastante fastidiado porque tenemos muchos coches y cada vez hay menos plazas de aparcamiento», expresó Juan Carlos.

La avenida Compromiso de Caspe es uno de los epicentros de este distrito zaragozano por toda la actividad comercial que aglutina: «El aparcamiento está colapsado. Nosotros porque tenemos párking, pero él que no lo tenga, y más en esta calle, lo tiene muy mal», comentó María en mitad de esta vía zaragozana.

Recurrir a descampados

Al final, estos ciudadanos recurren a los descampados de la zona ante la imposibilidad de poder estacionar sus vehículos relativamente cerca de los domicilios: «Tenemos que ir a los descampados a aparcar y gracias a Dios que están cerca del complejo deportivo», comentó Juan Carlos. «Tengo un socio que tiene que aparcar donde se puede y al final llega la gente y, además, te roba», añadió haciendo referencia a que tienen que hacer frente a otros problemas más serios.

También en San José y el barrio de Delicias afrontan este reto de aparcar o jugar al tetris, según como se mire. Eduardo Tenorio vive en la Cartuja, pero tiene un piso en las inmediaciones de la calle Reina Fabiola. Su hijo es quien reside en esta ubicación: «Mi hijo para aparcar se pega media hora o incluso una hora todos los días», y lamentó asimismo que todos aquellos que tuvieran un piso en esta zona o en el centro de la ciudad «tienen un serio problema para aparcar». El secretario de la asociación vecinal del barrio de San José, Miguel Ángel Ezquerra, en alusión a esta calle comercial, dejó muy claro que «es el agujero negro del aparcamiento».