Los vecinos del municipio zaragozano de Gallur están preocupados por las medidas adoptadas por el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) en el servicio que se presta en la estación de tren. Lo que en un principio, con el decreto del estado de alarma aprobado en marzo, iba a ser algo temporal, como precaución y por las medidas de prevención sanitarias, puede convertirse en algo definitivo. Se trata de la retirada del personal que el gestor ferroviario tenía en la terminal de la localidad, que no ha regresado a sus puestos para ayudar a los usuarios con el final de esta situación excepcional motivada por el coronavirus.

Así lo puso de manifiesto Víctor Sentís, en calidad de portavoz de la plataforma para la reapertura de la estación de Renfe en Gallur, que explicó, en declaraciones a este diario, que las notas informativas repartidas por la fachada del edificio en la que se explica la decisión de retirar al personal por la situación provocada por el covid-19 ya han dejado de tener validez. «Permanecerá sin personal hasta nuevo aviso», indica el escrito. Y, en este sentido, mantener la medida hace que quien lo pague sea el usuario de unos servicios ferroviarios que, además, siguen mermados para la localidad, igual que en otras muchas de Aragón.

Por eso la plataforma recuerda que, ya sin estado de alarma, se debe aplicar la sentencia que en el 2001 obligó a Adif a recuperar el personal para la estación, un fallo «único en España», destacó Sentís, que se logró por la «presión del movimiento vecinal unánime en su día» que llegó a sufragar el coste del procedimiento judicial.

La realidad hoy es que ni hay trabajadores que ayuden a los viajeros en una estación que «puede resultar peligrosa» al encontrarse «enclavada en un cruce». Además del lógico perjuicio para los pasajeros, que ya tienen que recurrir a otros medios para obtener el billete. La ventanilla sigue cerrada y la forma de obtener pasaje es a bordo, ya que los interventores llevan máquina para expedirlos, o «en la oficina de Correos» o por internet. Ese es una discusión que «parece superada», destacó esta plataforma, pero que no comparten en el municipio zaragozano. Quieren la ventanilla abierta y trabajadores que puedan ayudar a pie de andén. Un personal que lleva «más de 20 años» en esta estación y que algunos de ellos residen allí y estos días permanecen en casa hasta nueva orden.

Por todo esto, este colectivo ha enviado un escrito al ministerio, con copia a la DGA, «para que se cumpla la sentencia y se reponga al personal en la estación». Y exige restablecer el servicio, los «cuatro trenes diarios que faltan» entre Gallur y Zaragoza