La situación epidémica en Aragón sigue sin dar tregua. Y ante el repunte de casos, el Gobierno autonómico sigue firme con su cauta estrategia de tomar decisiones en función de los acontecimientos, una realidad muy diferente a la que se vive en Cataluña. Ambas comunidades -en las que primero se dieron los rebrotes más preocupantes de España tras la llegada de la nueva normalidad- han acumulado el 60% de los casos positivos que se dieron este domingo en el ámbito nacional. Pero las posturas de ambos ejecutivos siguen desentonando entre sí.

En la comunidad aragonesa Zaragoza sigue siendo la zona más afectada por los nuevos positivos en coronavirus. Sobre la situación de la capital, el presidente autonómico, Javier Lambán, reconoció este lunes compungido que en la ciudad se ha dado «la tormenta perfecta», ya que se han conjugado toda una serie de factores que han resultado en la situación de incremento de casos que se está padeciendo. Los ingredientes de este rebrote son tres, según el jefe del Ejecutivo aragonés: «el ocio nocturno y las fiestas privadas», relacionadas con la alta incidencia de la enfermedad entre los jóvenes; los temporeros que residen en la ciudad y que se desplazaron hasta las comarcas orientales donde se originó el primer foco en la comunidad; y que Zaragoza es una gran ciudad, con una densidad de población importante, por lo que es «más complicado» frenar la cadena de contagios que en pueblos o ciudades más pequeñas.

Lambán ve bien el confinamiento en Murcia

Por esta misma razón, por el tamaño de la ciudad, y puesto que Zaragoza «es el motor económico y cultural de Aragón», Lambán aseguró que confinar la capital resultaría «letal para la economía» de la comunidad, incluyendo así en la ecuación de la decisión por primera vez y de forma clara el factor económico. A pesar de lo cual, el jefe del Gobierno autonómico reconoció como «buenas» las medidas de esta índole que está tomando el Ejecutivo murciano. La Región de Murcia ya ha decretado el confinamiento en Totana, y se está planteado hacerlo también en Lorca y Mazarrón. La estrategia en Aragón, por el momento, claro, pasa por «redoblar esfuerzos» e ir habilitando centros para asintomáticos como el de la sala Multiusos allá donde sea necesario, como ya se hizo también en Fraga o Albalate de Cinca.

Esta postura choca frontalmete con las declaraciones de ayer del presidente de la Generalitat, Quim Torra. El mandatario catalán quiso dar un serio aviso a sus ciudadanos y puso en marcha una cuenta atrás: si en diez días la situación epidémica no mejora tomará «decisiones más drásticas». Acto seguido, Torra mencionó las temibles palabras «confinamiento total», aunque de momento lo que hizo fue pedir prudencia a los catalanes para evitar llegar a esa situación. «Nos va la vida en ello», dijo.

Aragón y Cataluña (que la semana pasada registró un total de 5.400 nuevos casos de coronavirus) han mantenido posturas muy diferentes desde el inicio del rebrote, tanto en las acciones como en los discursos. Mientras la DGA rehuye de la palabra confinamiento, que no usa ni para asustar, la Generalitat airea este argumento con frecuencia, a pesar de que al principio tardaron más en aplicar restricciones en el Segriá.

Torra tampoco dudó en afirmar que «estamos en febrero», haciendo referencia a la situación previa a la primera ola de covid-19 en primavera. En esto también contrasta con la posición de Lambán, que ayer mismo dijo que, aunque el número de casos sea superior al de marzo, la situación es diferente. De esto da cuenta la visita del lunes a la Multiusos, puesto que si hace unos meses se inauguró allí un hospital, ahora se ha habilitado un centro para aislar a los asintomáticos. Las necesidades ahora son otras y los centros hospitaliarios no sufren el desbordamiento que sufrieron entonces.

Sobre las medidas adoptadas en Aragón opinó precisamente ayer Fernando Simón, en lo que fue su vuelta a la sala de prensa de Moncloa. «Aragón está haciendo lo que debe, está haciendo un esfuerzo muy grande de detección que le ha permitido controlar los brotes», dijo el director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias. No pasó por alto tampoco los malos datos de la comunidad, que «tiene varias zonas de interés», como La Franja, que evoluciona bien, y Zaragoza, donde se hay transmisión comunitaria. El presidente autonómico, por cierto, aseguró que de momento no están pensando en pedir rastreadores al Ejército, puesto que con los 260 que tiene la comunidad bastaría.

Si bien, y aunque Lambán no renegó de la responsabilidad que ha de asumir su Gobierno ante el repunte de casos, el presidente aragonés volvió a apelar a la responsabilidad individual ahora que se acerca agosto y muchos marcharán de vacaciones. «Los jóvenes tienen la falsa seguridad de que la enfermedad no les va a afectar, y tienen razón. Pero pueden acabar matando a sus padres o a sus abuelos», aseguró tajante. «Nosotros podemos tomar decisiones, pero si luego se reúnen 20 personas en una casa y hay contagios no se le pueden imputar responsabilidades a la Administración», zanjó.

Así, rebrote de por medio incluído y como si del día de la marmota se tratara, la imagen ayer se repitió. Lambán, junto con el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, visitaron ayer la sala Multiusos, que de este martes en adelante se utilizará como equipamiento sociosanitario. El espacio servirá para acoger a las personas con coronavirus pero leves o asintomáticas que no puedan aislarse en sus domicilios para que puedan pasar el confinamiento sin peligro de contagiar a nadie.

Las autoridades se apresuraron a visitar la sala en un ejercicio de cooperación institucional que sirvió para mostrar músculo frente a las decisiones de otras autonomías y la mala publicidad que está teniendo la comunidad por el incremento de casos. El acto se cerró con el deseo de que este equipamiento no llegue a ser necesario, aunque todo apunta a lo contrario.

Holanda establece una cuarentena obligatoria de 15 días a los viajeros de Zaragoza

Las autoridades holandesas han establecido una cuarentena de 14 días a los viajeros de Zaragoza y de otras áreas con rebrotes como el Segriá, Barcelona o Lugo. La restricción se suma a la de Bélgica, que recomendó no viajar a seis comunidades españolas y ha prohibido a sus ciudadanos desplazarse a Huesca y Lérida. Noruega estableció el sábado 10 días de cuarentena a los viajeros procedentes de España.

Por su parte, el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, quiso aprovechar este lunes la visita a la sala Multiusos del Auditorio para subrayar la estrecha relación que ha mantenido durante los meses de la pandemia con el presidente autonómico, Javier Lambán. «No es la primera vez que damos una rueda de prensa así», recordó el primer edil, aludiendo a la que tuvo lugar cuando él y Lambán visitaron el hospital de campaña que ocupó este equipamiento. «Lo importante es que haya colaboración para poder solucionar problemas», aseguró el regidor de la ciudad.

Durante estos meses, el mayor escollo que les ha separado ha sido el asunto del hospital privado, un proyecto del que se ha desmarcado Lambán. Tras el encuentro, Azcón y la vicealcaldesa, Sara Fernández, se reunieron con Horeca y Cafés y Bares, las principales asociaciones del sector hostelero en la ciudad para abordar la «crítica situación» que viven.