Las concentraciones están limitadas a diez personas, independientemente de que estas vayan en el interior de un vehículo, estén sentadas en una terraza o asistan a un funeral. Así lo establece la norma para evitar la propagación del covid-19, pero unos 300 jóvenes hicieron caso omiso y decidieron reunirse el pasado fin de semana a bordo de sus vehículos en el polígono empresarial Empresarium en la La Cartuja (Zaragoza). Fueron sorprendidos y propuestos para sanción ante la Delegación del Gobierno en Aragón.

La concentración ilegal tuvo lugar, según informó este martes la Comandancia de la Guardia Civil de Zaragoza, en la madrugada del pasado viernes al sábado. La quedada inicial, según fuentes consultadas, fue de un grupo de conductores fans del Volkswagen Sirocco, aunque a la cita se unieron conductores de otros modelos y marcas.

DESDE EL AIRE

El helicóptero de la Guardia Civil realizó un vuelo nocturno que permitió confirmar las informaciones que había recibido la sala del 062 poniendo en marcha un operativo conjunto entre el instituto armado y la Policía de Zaragoza que permitió identificar a unos 200 jóvenes de los 300 que estaban presentes, según estas mismas fuentes. No solo sorprendieron a los ya presentes sino impidieron la llegada de más vehículos en dicha zona, puesto que observaron cómo se aproximaban al lugar y al percatarse daban la vuelta para abandonar el polígono a gran velocidad.

Los agentes observaron a su llegada al polígono una serie de marcas de neumáticos que se correspondían a posibles derrapes, frenadas y trompos de turismos que hicieron suponer a la Guardia Civil que habían realizado carreras ilegales.

Por todo ello fueron propuestos para sanción por participar en una concentración ilegal e incumplimiento de superar reuniones en espacio público de más de 10 personas. No hubo más porque los controles de alcohol y drogas que realizaron dieron negativos. Estuvieron presentes los perros especialistas en detección de drogas que solo hallaron sustancias estupefacientes a un conductor.

Fue tal el despliegue sorpresa realizado por la Guardia Civil y la Policía Local que muchos jóvenes participantes en la concentración fueron sorprendidos con la mascarilla retirada del rostro. En cuanto vieron las luces policiales todos volvieron a colocársela. Eso no les evitó la sanción pertinente.