La Ley de Memoria Democrática, en fase de anteproyecto, permitirá exhumar los restos de todas las fosas comunes sin intervenir que quedan en España, entre ellas 392 en Aragón, en un periodo de cuatro a seis años tras su aprobación.

Así lo ha afirmado esta mañana en Zaragoza el secretario de estado para la Memoria Histórica, Fernando Martínez, quien ha destacado que el proyecto de ley carece todavía de presupuesto.

Precisamente, el responsable gubernamental tiene previsto visitar esta tarde en Farlete una excavación que realizan la DGA y el ayuntamiento para encontrar los restos óseos de tres milicianos republicanos muertos en la guerra civil.

La Ley de Memoria Democrática, que sustituye a la de Memoria Histórica, del 2007, contempla marcos de colaboración y convenidos bilaterales con las comunidades autónomas, entre ellas Aragón, para llevar a cabo el plan cuatrienal de exhumación de fosas. "La democracia no puede seguir teniendo fosas comunes", ha subrayado Fernando Martínez, quien ha señalado que parar abrir las que están pendientes y extraer sus restos hay un plazo de una legislatura o legislatura y media.

"El proyecto está todavía sin presupuesto tras el paso del PP por el Gobierno", ha insistido el secretario de estado, quien se ha reunido con asociaciones memorialistas y con la Consejería de Educación, Cultura y Deporte y su responsable, Felipe Faci, en la sede del ejecutivo autonómico. Este ha asegurado que ya se han convocado 200.000 euros en ayudas para las asociaciones de la memoria histórica.

Martínez ha asegurado que la nueva ley "da un salto más" que la normativa del 2007 al recoger las recomendaciones de los organismos humanitarios internacionales y los avances de las legislaciones sobre la materia de 12 comunidades autónomas, entre ellas la de Aragón, así como las aportaciones de las entidades memorialistas.

Uno de los puntos principales del texto legal, ha dicho, es que recoge la demanda de que sea el Estado el que asuma la búsqueda de las personas desaparecidas, para lo que se crea un censo de las víctimas en todo el territorio y un banco de ADN. También contempla el derecho a la investigación de las violaciones registradas durante la guerra y la dictadura.

Otros puntos fuertes son la realización de una auditoría sobre los bienes incautados y de las empresas que utilizaron los trabajos forzados, el reenfoque del significado del Valle de los Caídos y la dignificación de las víctimas. "No hay opción al olvido en una democracia", ha afirmado Fernando Martínez.

Otro apartado está destinado a la eliminación de los "últimos vestigios" de la simbología franquista y se prevén sanciones para las transgresiones de la memoria histórica y de los lugares dedicados a la memoria de las víctimas.

Visita a una excavación en busca de tres milicianos en la sierra de Alcubierre

Un grupo de arqueólogos de la DGA busca desde el pasado viernes, en las estribaciones de la sierra de Alcubierre, unas fosas de la guerra civil en las que yacen los restos de tres milicianos republicanos muertos durante la contienda.

La colaboración entre el ayuntamiento de Farlete, vecinos y descendientes de las personas allí enterradas ha hecho posible esta nueva búsqueda relacionada con la recuperación de la memoria histórica. Al parecer, las víctimas estaban encuadradas en brigadas llegadas de Cataluña, si bien no se sabe nada a ciencia cierta de su procedencia ni de su identidad.

Los trabajos han sido visitados hoy por el secretario de estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez, dentro de una serie de actividades con entidades memorialistas.

Los restos óseos objeto de la búsqueda se encuentran en una cuneta situada junto al camino de subida a la ermita de San Caprasio, a unos cinco kilómetros de Farlete, según señaló ayer el alcalde de la localidad, Héctor Azara, quien señaló que la localización del emplazamiento de las fosas había sido posible gracias a la colaboración de tres personas de la localidad y de fuera de ella.

Azara (Cs) explica que los trabajos se realizan en cumplimiento de la Ley de Memoria Democrática de Aragón. Indicó que, tras mantener contactos con el Departamento de Educación, Cultura y Deporte del ejecutivo autonómico, los técnicos del Gobierno de Aragón plantearon la necesidad de realizar catas previas para iniciar la exhumación.

"Se desconocía la existencia de esta ubicación salvo por algunos testimonios de personas muy mayores del municipio, como el vecino de Farlete Jaime Sánchez, que fue testigo vivo de aquella época, y de Natividad Cabiscol, que llegó a Farlete para hacer averiguaciones sobre la muerte de un familiar que fue fusilado en el pueblo”, explica el regidor.

De este modo, “el pasado viernes comenzamos los trabajos de desbroce de la zona y técnicos del Gobierno de Aragón y del Ayuntamiento de Farlete ya trabajan allí”, en unas labores que podrían durar dos semanas para saber si hay enterramientos en este punto del término municipal.

“Queremos humanizar nuestro pasado y es nuestro deber ayudar a estas personas que buscan a sus familiares”, apunta Azara al explicar que “Natividad vino buscando a su tío fusilado en Farlete y si nos pasara a cualquier persona nos gustaría que nos ayudaran lo más rápidamente posible y con los medios necesarios”.

Por ello, agradece la “rápida colaboración” de los técnicos del área de Cultura del Ejecutivo aragonés a la hora de impulsar estas labores y ha subrayado el deseo del consistorio de investigar la historia del municipio y ayudar a las personas que buscan a sus familiares desaparecidos en la contienda.