Desde el sector porcino llevamos años esforzándonos y dando lo mejor de nosotros mismos para lograr que la sostenibilidad y el bienestar animal se conviertan en uno de los pilares fundamentales. La sostenibilidad ha venido para quedarse y los profesionales del sector porcino están muy concienciados en que es necesario continuar avanzando en esta materia para seguir ganando en competitividad.

En este sentido existe un fuerte compromiso por parte de todos los agentes que componen la cadena de producción del porcino por hacer las cosas bien, generando una industria cada vez menos contaminante y priorizando siempre la salud y el bienestar de los animales. Esto es posible gracias a unos profesionales altamente cualificados, a unas industrias que son referentes en tecnología y en I+D+i, y a unas empresas que tienen en su ADN una visión global de su actividad económica y comercial.

El resultado de la suma de estos factores es un sector muy competitivo que genera un volumen de negocio anual de 15.000 millones de euros, lo que representa en torno al 1,4% del PIB nacional y el 14% del Producto Interior Bruto Industrial. En cuanto al empleo, la actividad productora, industrial y comercializadora del porcino español sostiene 300.000 puestos de trabajos directos y más de un millón de forma indirecta.

Detrás de todas estas cifras se esconden unas grandes dosis de esfuerzo y talento procedentes de cientos de miles de hombres y mujeres que a lo largo de las últimas décadas han hecho todo lo que estaba en sus manos para poder forjar un modelo propio, sobre cimientos sólidos, cuyo factor clave, que se ha convertido en nuestra seña de identidad, sea la sostenibilidad.

Sostenibilidad

Desde hace años, nuestras granjas están sometidas a unas exigentes condiciones medioambientales que permiten minimizar la producción y reducir la carga contaminante. Además, los ganaderos españoles somos muy conscientes de que debemos aplicar una serie de técnicas encaminadas a disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero, principalmente durante el almacenamiento y tratamiento de estiércoles y purines, y contribuir al ahorro de agua y energía en todos los procesos, tanto en la producción primaria como en la industrial.

Los resultados de esta apuesta por un modelo sostenible son tangibles: el sector porcino español ha reducido en los últimos años un 47% las emisiones de amoniaco por kilo de carne producida y un 54% por kilo producido las emisiones de metano procedentes de la gestión de estiércoles. Además, gracias a la fuerte concienciación en esta materia hemos conseguido reducir hasta un 30% el uso de agua por cada kilo de carne producido. En definitiva, en el sector porcino español tenemos motivos para sentirnos orgullosos de un modelo sostenible que es referente a nivel mundial.

También debemos ser conscientes de que la sociedad cada día nos va a exigir más, y como sector líder debemos anticiparnos y responder a los retos de futuro, entre los cuales, factores como el cuidado del medio ambiente y del bienestar animal juegan un papel primordial.

**Alberto Herranz es director de Interporc.