LOS EFECTOS DE LA PANDEMIA

El coronavirus agrava la situación de los mayores en soledad no elegida

En Aragón hay un total de 65.900 hogares donde viven mayores solos, según un estudio del Justicia de Aragón

El coronavirus agrava la situación de los mayores en soledad no elegida

El coronavirus agrava la situación de los mayores en soledad no elegida

F. V.

La pandemia de coronavirus ha agravado la situación de las personas mayores de 65 años que viven solas en Aragón, en especial de las que tienen problemas de movilidad. Las restricciones impuestas a los contactos interpersonales para evitar la propagación del virus han recluido más en casa, si cabe, a este colectivo, que es asimismo el que presenta más riesgo de contraer la enfermedad y de no superarla.

Todo esto ha llevado a los servicios sociales de las instituciones públicas y a entidades del tejido asociativo, como los vecinos de Delicias, a lanzar proyectos que atienden de forma preventiva a un colectivo que en la comunidad aragonesa está compuesto por 65.900 personas, según un reciente informe especial del Justicia de Aragón que busca soluciones para los mayores en soledad no elegida.

Esa cifra representa uno de cada cuatro aragoneses y aragonesas (ellas son el 68% del total) que han rebasado la edad de jubilación, es decir, sobre un total de 267.200 ciudadanos de ambos sexos.

Unidos al mundo por el móvil

«La pandemia de coronavirus ha supuesto que los mayores que antes se relacionaban estrechamente con sus familiares más cercanos ahora tienen que recurrir al móvil y a la vía telemática para mantener esos contactos», explica Isabel Antón, trabajadora social y responsable del proyecto sobre soledad no deseada puesto en marcha por la asociación de vecinos de Delicias Manuel Viola.

Esta entidad de la sociedad civil trabaja en coordinación con Cáritas, dos grupos de atención primaria, los Servicios Sociales, tres centros de convivencia, un centro de día y el hogar del IASS, todos estos servicios en Delicias.

«Se puede decir que el problema de soledad que sufrían muchas personas mayores que vivían solas se ha acrecentado», dice la experta. Otro efecto, subraya, es que se han interrumpido las actividades que realizaban los jubilados con movilidad que viven solos, desde ir a los polideportivos a hacer ejercicios de mantenimiento o frecuentar los centros de convivencia.

Sin poder salir de casa

Pero, de lejos, el colectivo más perjudicado es el de los mayores con problemas de movilidad, «que está muy expuesto al deterioro físico y psicológico». Y, advierte la trabajadora social, «no es un problema de renta, pues afecta a personas con medios económicos y a personas desfavorecidas».

Ahí es donde entra en función el proyecto de soledad no deseada, que se apoya en redes solidarias tanto de bloque de viviendas como del vecindario inmediato y cuenta con equipos de voluntarios que ayudan a los más vulnerables en su vida cotidiana. El teléfono, en todos estos casos, es la herramienta más utilizada, pues, como insiste Isabel Antón, «no se puede entrar en las casas».

Invisibles

Paralelamente, estas personas volcadas en la ayuda a los que viven solos recogen datos que facilitan a un equipo de investigación de la asociación de vecinos de Delicias. Sus resultados están sirviendo, de momento, para «visibilizar el problema», pues, como asegura Isabel Antón, «uno de los principales escollos para abordar la situación es que no se habla de ella, ya que es una parte de la sociedad que está invisibilizada».

Esa ignorancia del mundo de los mayores, voluntaria o deliberada, ha hecho que esta lacra social no figure como un problema social acuciante. De ahí que, urgido por una cadena de muertes de ancianos que vivían solos y no recibieron ninguna atención en sus últimos momentos, en el verano del 2018, el Justicia de Aragón convocara el pasado año una mesa sobre la soledad no elegida.

El primer resultado tangible de esa iniciativa, que movilizó a entidades ciudadanas centradas en los mayores, fue la creación el pasado septiembre del Observatorio Aragonés de la Soledad (OAS) con participación de la DGA.

Acompañándote, en Teruel

Otros puntos fundamentales, en los que ya se trabaja, son la elaboración de una estrategia para prevenir la soledad, la Ley Integral del Mayor, la concienciación social y potenciar la formación de las personas más allegada. Es un programa ambicioso y a largo plazo que también hace hincapié en los problemas de movilidad en las viviendas sin ascensor y en el papel de las residencias.

Claro que, pese a la magnitud del desafío, al margen de la intervención que llevan a cabo los vecinos de Delicias, no faltan las iniciativas para afrontar el problema. En esta línea se inscriben, por ejemplo, el programa Acompañándote, del Ayuntamiento de Teruel, que ayuda a los mayores con más dificultades, o la actuación de la oenegé Accem en pro de los colectivos más vulnerables, entre ellos los ancianos.

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