En menos de 24 horas la Policía Nacional ha localizado y detenido en Valencia a Ciprian A.M., de 18 años, el violador que se encontraba en busca y captura tras arrancarse el sistema que le geolocaliza e impide que se acerque a su expareja. A lo largo de la mañana de este domingo pasará a disposición judicial en esta provincia.

A Ciprian A. M. le detuvo el pasado mes de agosto la Policía Nacional por, supuestamente, agredir sexualmente a su pareja sentimental, además de vejarla e, incluso, la amenazó con agredirla si le denunciaba. La magistrada acordó su libertad, si bien decidió instalarle una pulsera antimaltrato para evitar que se acercara a la víctima. Tenía ya antecedentes previos por malos tratos en el ámbito familiar. Hace pocos días decidió arrancarse el sistema geolocalizador, por lo que la titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Zaragoza emitió una orden de busca y captura a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Previamente, durante tres días diferentes incumplió la orden de alejamiento, acercándose a la víctima, si bien, gracias al sistema de vigilancia conocido como Cometa, no pudo acercarse todo lo que le hubiera gustado puesto que la presencia de la Policía Nacional se hizo efectiva en cuestión de minutos. La mujer recibió el aviso perceptivo de que Ciprian A. M. estaba cerca y ella hizo uso del botón antipánico.

Por estos hechos fue citado ayer a presentarse en el despacho de la magistrada para acordar las medidas necesarias para salvaguardar la integridad de la mujer. Entre las opciones estaba también el ingreso en prisión. La sorpresa fue cuando decidió no presentarse, a la vez que Cometa informaba a la jueza de que esta persona se había quitado el brazalete y que había inutilizado la batería para que dejara de emitir cualquier tipo de señal que permitiera saber dónde está. Su abogada defensora, Carmen Sánchez Herrero, trató de ponerse en contacto con él ayer, pero fue imposible, acordando la titular del juzgado la detención de Ciprian A. M.

En la denuncia origen de esta causa penal, la denunciante explicó a la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) de la Jefatura Superior de Policía de Aragón que empezó una relación de noviazgo con el joven en el 2018, al cual conoció a través de unos amigos. Afirmó que desde el primer día la relación fue tóxica y perjudicial para ella, encontrándose sometida a un control exhaustivo de su móvil y redes sociales por parte de Ciprian A. M., recibiendo un trato degradante, discutiendo y recibiendo insultos del tipo «hija de puta o zorra»; llegando a chantajearla con suicidarse si rompía la relación. También apuntó que la amenazaba con pegarle una paliza, si bien nunca lo hizo.

El último episodio de violencia que sufrió y que le llevó a interponer una denuncia sucedió el 13 de agosto cuando invitó a su novia y a un amigo a su casa para pasar la tarde aprovechando que sus padres estaban fuera.

«En un momento dado Ciprian comenzó a esnifar cocaína y al recriminárselo este empezó a comportarse de manera agresiva, golpeando las paredes y gritando que ella no era nadie para decirle lo que tenía que hacer, si bien al rato este se calmo», señaló la joven a la Policía.

AGRESIÓN

Tras el incidente y aprovechando que estaban solos puesto que el amigo estaba en otra estancia de la casa, la pareja decidió mantener relaciones sexuales. En un momento dado él le señaló que quería penetrarla analmente, pero ella le dijo que no.

Ante la negativa, según la joven, la reacción de su novio fue agresiva. La agarró fuertemente por la espalda, poniéndola boca abajo en la cama, subiéndose encima de ella por detrás y llevando a cabo lo que él quería. Mientras, ella no paraba de llorar y de decirle que le dolía y que parase por favor, haciendo caso omiso este. El amigo no entró por miedo. Al día siguiente ella se lo recriminó y él, tal y como consta en las capturas de pantalla del móvil, le contestó con insultos. Ahora, ante el paradero desconocido del joven, ella está bajo protección.