PARTIDO POPULAR
El PP endurece el discurso y acusa a Lambán de arruinar Aragón
Azcón dice que el ayuntamiento llega «donde no lo hacen ni la DGA ni el Estado». Ramón Celma es el nuevo presidente en Zaragoza con casi el 95% de los apoyos

El PP endurece el discurso y acusa a Lambán de arruinar Aragón
LAURA CARNICERO
El Partido Popular en Aragón dio ayer una vuelta de tuerca a su discurso frente a la gestión del presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, para controlar la pandemia del coronavirus y la crisis económica que esta ha provocado. Ante la atenta mirada del presidente del partido, Pablo Casado, los populares endurecieron sus posiciones frente al Ejecutivo autonómico, yendo un paso más allá de lo expresado en el debate del estado de la comunidad hace dos semanas, y dejando poco margen de cara a la negociación de los presupuestos del próximo año.
Con la clausura del 17 Congreso del PP de Zaragoza como telón de fondo, en el que Ramón Celma fue elegido como nuevo presidente del Partido Popular en Zaragoza por una abrumadora mayoría del 94,95% de los votos, el principal partido de la oposición en la comunidad volvió a marcar distancias con las políticas del cuatripartito y se reivindicó, todavía a tres años de las próximas elecciones, como una alternativa de Gobierno «más eficiente» y «cercana» a los problemas de los ciudadanos.
«En Aragón tenemos malos datos sanitarios, estamos en ruina económica y tenemos una situación social preocupante», enumeró el presidente del PP en Aragón, Luis María Beamonte. «El presupuesto recoge el mayor gasto de la historia, pero la cuestión no es gastar más, sino gastar bien», prosiguió. Para el presidente del PP aragonés, los ingresos reflejados en un presupuesto «cuadrado a martillazos» son «irreales» y alertó del «efecto letal» que tendrá en la economía aragonesa el incremento de la deuda hasta los 10.000 millones de euros. «Aragón está arruinado, y mientras muchos aragoneses no pueden más, las ayudas al alquiler no llegan, el Ingreso Mínimo Vital (IMV) tampoco, y el Ingreso Aragonés de Inserción (IAI) se dieron mucha prisa en quitarlo», criticó. Por eso, subrayó, «en Aragón y en España va a hacer falta mucho trabajo para recuperar el futuro». Y en el PP dicen que están preparados.
MÁS FONDOS
El alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, aseguró que «cuando el Ingreso Mínimo Vital no funciona y el IAI se para, es el Ayuntamiento de Zaragoza quien tiene que duplicar las ayudas que se destinan a la alimentación». «El esfuerzo económico de Zaragoza es increíble, a pesar de que no hemos tenido ayudas», continuó. Y es que, tras liderar la Revuelta de los alcaldes para impedir la aprobación del decreto ley que preveía no destinar «ni un euro a Zaragoza» de los 5.000 millones previstos para los ayuntamientos, Azcón asegura que reclamará desde la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) que «más fondos europeos lleguen a los ayuntamientos».
En uno de los momentos importantes para la vida interna del partido, el PP sacó músculo en torno a la figura del presidente electo Ramón Celma con la visita de Pablo Casado, que pese a las medidas de confinamiento perimetral, estuvo ayer en Zaragoza arropando a su candidato. Varias cosas les unen. La juventud, su pasado al frente de Nuevas Generaciones y tener hijos de la misma edad. Casado se rodeó a su vez de su núcleo duro en la capital aragonesa, con el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, al frente, los diputados por Zaragoza en el Congreso, Eloy Suárez y Pedro Navarro, y los máximos responsables del partido en Aragón, su presidente, Luis María Beamonte, y su secretaria general, Mar Vaquero. Ante un respaldo casi unánime del partido, destacó la ausencia del predecesor en el cargo, Javier Campoy, quien recibió no obstante palabras de agradecimiento de Azcón y Beamonte, pero ni una sola mención del recién elegido Celma.
El nuevo presidente del PP de Zaragoza afirmó que el suyo es «un proyecto que nos va a unir en el esfuerzo de sacar a cada persona, a cada familia, a cada autónomo, a cada parado, de la grave situación en la que nos encontramos con motivo de la mala gestión de la pandemia». «Los habitantes de la provincia de Zaragoza merecen un Gobierno mejor. Los ciudadanos nos esperan. Los políticos no somos agitadores sociales, somos servidores públicos que solucionan problemas desde la sensatez», incidió. Y para conseguir sus retos, reconoció, «tenemos que ser mejores nosotros». «Le pido a la Virgen del Pilar que nos ayude a conseguirlo», concluyó el presidente electo.
Un discurso que avaló el propio Casado, que definió a Celma como «una gran persona, un gran político, alguien con una vocación pública que le va a hacer dejarse la piel por su tierra». La nueva etapa en el PP de Zaragoza ya está abierta.
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